El juez Héctor Edgardo García Redondo levantó las suspensiones dispuestas a los establecimientos arroceros San Carlos y Cancha Larga, de 3500 hectáreas, y ahora podrá implantar el cultivo justo cuando finaliza el tiempo óptimo de la siembra.
El emprendimiento cuenta con 3500 hectáreas de arroz, que generan una producción superior a los 20.000.000 pesos anuales había sido cuestionado por parte de la población y ambientalistas, demostrándose que no hubo contaminación, según las pruebas que tiene el juez en sus manos.
El magistrado basó su decisión en el estudio de impacto ambiental que ordenó, donde se demostró que no existe ninguna zona contaminada con herbicidas, y además todo el desarrollo productivo es amigable con el medioambiente y resulta viable en términos abióticos, bióticos y antrópicos.
Por otra parte, la APA presentó informes de estudios realizados donde consta que no se ha contaminado ni un curso de agua en la zona de las arroceras. Asimismo el Ministerio de Salud Pública de la provincia del Chaco reconoció y avaló el informe del Director de Epidemiología doctor Mario Echevarría, que establece que no existen aumentos de casos de cáncer infantil y que los datos que presentaron los denunciantes no resultan confiables.
Los abogados señalaron que los testigos propuestos por los propios amparistas quedaron en evidencia sobre la falta de sustento de las denuncias que realizaron pues debieron reconocer lo siguiente: El bioquímico Raúl Horacio Lucero, que jamás tomó muestras de las arroceras para realizar análisis y que sólo anduvo por la periferia, y el testigo Rodolfo Ramón Acosta, ingeniero agrónomo, expresó que no le consta un solo caso de enfermedad oncológica atribuible a las arroceras.
NORTE tuvo acceso a la resolución del juez García Redondo, quien toma decisiones para proteger a las personas y el medio ambiente. La resolución es la siguiente: Modificar la extensión de la suspensión de las fumigaciones terrestres en el establecimiento arrocero San Carlos, suspendiéndose en una distancia no menor de los 500 metros, a contar esas medidas desde el límite de la zona urbana del barrio La Ralera, con ningún tipo de agroquímico o producto de los relacionados en la postulación de la medida cautelar. Levantar las suspensiones dispuestas a los establecimientos San Carlos y Cancha Larga respecto de las fumigaciones, tanto aéreas como terrestres, por contarse de los canales o cursos de agua que tengan derivas y descargas en las lagunas El Moncholo, Palmar, Riacho Tatané, arroyo Quiá, San Fernando y Caracolo, debiéndose realizarse muestreos periódicos siguiendo un Plan de Gestión Ambiental, a los fines de demostrar durante la campaña arrocera, si el sistema hídrico resulta afectado por el empleo de agroquímicos.
“Todo lo que nos hicieron es injusto, pero tuvimos siempre confianza en la justicia y, como productores, seguiremos trabajando en la zona, brindando trabajo y seguridad a esta zona”, dijo ayer Eduardo Meichtry, dueño de las arroceras.
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