Contamina el aire, el suelo y el agua. Los resultados de las muestras ordenadas por la Justicia provincial en la planta de disposición final de los residuos de Pacará Pintado constatan la polución que genera el predio que administra la empresa Servicios y Construcciones La Banda SRL.
Las pericias fueron concretadas el año pasado por la ingeniera química María Luisa Genta, en cumplimiento de lo dispuesto por los vocales de la Cámara en lo Civil y Comercial Común, Carlos Miguel Ibáñez y Augusto Fernando Avila. Los magistrados esperaban contar con esos estudios antes de resolver un recurso de apelación deducido por la Federación de Organizaciones Ambientalistas No Gubernamentales de Tucumán. La entidad interpuso en diciembre de 2007 una acción de amparo colectivo y, en forma cautelar, reclamó el cierre de la planta, por considerar que contamina el medio ambiente, pero la medida fue rechazada el 10 de julio de 2008 por el extinto juez en lo Civil y Comercial de la III Nominación, Juan José Aráoz.
Riesgos
A lo largo de un trabajo detallado en 58 páginas, la especialista expuso severas observaciones al tratamiento que brinda la empresa representada por Mario Delfor Criado a unas 800 toneladas diarias de residuos.
En rigor, antes de precisar su trabajo, la perito hizo suya una advertencia formulada en 2004 por el Instituto de Geociencias y Medio Ambiente de la UNT (Ingema), respecto de que el terreno en el que se asienta la planta no es apto para el resguardo de la basura, porque tiene una capacidad de infiltración rápida. Esto acrecienta el riesgo de que los lixiviados (líquidos que se desprenden de los residuos en descomposición) pasen a los acuíferos subterráneos.
Con respecto a la contaminación de los suelos, Genta aclaró que el impacto actual es mínimo, pero lanzó una señal de alerta al mencionar la presencia de elementos contaminantes.
En cuanto al aire, la especialista encontró elevados valores de óxidos de nitrógeno: la concentración de estos gases puede llegar a originar irritación ocular y respiratoria, además de provocar la destrucción de la capa de ozono. Precisamente, en las celdas en las que se depositan los residuos, puntualmente la 6 y la 7 (esta última es la que se incendió a fines de 2009), el contenido de dióxido de nitrógeno es 700 veces superior a los valores del aire libre de contaminación, según las muestras recogidas por la perito.
Pacará Pintado también sobrepasa los límites establecidos por las normas de calidad de vida en emisión de hidrocarburos (produce irritación de ojos y, dependiendo del tiempo de exposición, dolor de cabeza, tos, irritación del aparato respiratorio y dolor de garganta) y de óxidos de azufre (provoca irritación de los ojos y del sistema respiratorio). En este caso, el contenido en las celdas 6 y 7 es 5.000 veces superior a los valores del aire libre de contaminación. "Téngase en cuenta que esta medición fue hecha en situación normal de funcionamiento de la planta. Grave es el caso de, por ejemplo, cuando se produjo el incendio, horas después de haberse hecho las mediciones. En este caso, al haber gran producción de gases de combustión, los valores son indudablemente mayores y las consecuencias durante el incendio y días posteriores, también mayores", advirtió la experta.
De inmediato, la ingeniera química precisó que, pese a la realización de la pericia, no puede establecerse el margen de tolerancia de los elementos contaminantes "porque se trató de una sola medida tomada en un día puntual y la empresa no tiene los datos de seguimiento que por ley debería determinar". No obstante, insistió en que los valores detectados de dióxido de azufre y de dióxido de nitrógeno superan los límites fijados para la protección de la salud humana y de los ecosistemas "establecidos por los países más avanzados".
En cuanto a la emisión de gases (como el metano), que contribuyen al efecto invernadero y al aumento de la temperatura, Genta señaló que la empresa no exhibió documentación alguna y "que un seguimiento de las celdas que permanecen abiertas (recibiendo residuos) debería formar parte de la planificación del control que la firma está obligada a realizar".
Bacterias fecales
En cuanto a la contaminación de las napas freáticas, la perito advirtió que en los análisis microbiológicos se halló la presencia de contaminantes fecales y de "pseudomonas aeruginosas". "Cuando esta especie está presente en el agua no solamente manifiesta una contaminación inaceptable, sino que además puede jugar en ciertas condiciones un papel patógeno nada despreciable", sentenció.
Finalmente, detectó presencia de cadmio, de plomo, de mercurio y de cobre, metales que debieran estar ausentes según las leyes nacionales y provinciales. |
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