Un tapón de cemento ubicado cuatro kilómetros bajo el nivel del mar selló por completo el pozo de la petrolera BP en el Golfo de México, a 5 meses de la explosión que causó el peor derrame de crudo en la historia de EE.UU.
El almirante retirado de la Guardia Costera Thad Allen, designado por el gobierno federal para manejar la crisis, dijo que el pozo "está eficazmente cerrado".
"Medidas regulatorias adicionales se llevarán a cabo, pero podemos afirmar que el pozo Macondo ya no representa una amenaza para el Golfo de México", declaró Allen.
La fuga fue contenida a mediados de julio, cuando se instaló un tapón provisional sobre el pozo. Lodo y cemento fueron inyectados por la parte superior, lo que permitió retirar el tapón.
Sin embargo, el pozo no estaba definitivamente sellado hasta que se perforó otro pozo de alivio por donde se tapó el primero desde el fondo. La explosión del 20 de abril mató a 11 trabajadores y derramó 780 millones de litros de petróleo en el Golfo.
El presidente estadounidense Barack Obama destacó que se había franqueado "una etapa importante" en la lucha contra la marea negra. "Sin embargo, seguimos comprometidos en hacer todo lo que sea posible para que las costas del Golfo se recuperen totalmente de la catástrofe", precisó en un comunicado.
El sellado del pozo cierra un capítulo de una marea negra que afectó la vida de muchos estadounidenses, puso en peligro el ecosistema del Golfo de México, alteró la agenda de Obama y le costó el cargo al jefe de BP, Tony Hayward.
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