China suspendió ayer los intercambios de alto nivel con Japón y prometió “tomar fuertes contramedidas”, después de que una corte japonesa prorrogó la detención del capitán de un barco pesquero chino que chocó contra dos buques guardacostas japoneses en aguas disputadas entre ambos países.
El anuncio fue acompañado además de una dura advertencia de Beijing, que exige a Tokio que “libere al capitán de manera incondicional” de esta “detención ilegal e inválida”, según la calificó el vocero del Ministerio de Exteriores, Ma Zhaoxu. “Si Japón insiste en cometer un error tras otro, el lado chino adoptará fuertes contramedidas y las consecuencias las padecerá la parte japonesa”, dijo.
Este es el último conflicto abierto entre las dos mayores economías de Asia sobre la jurisdicción del archipiélago –para los chinos, Diaoyu y para los japoneses, Senkakyu– del mar de la China Oriental, reclamados por ambas partes y que alberga reservas de gas y petróleo todavía por investigar.
La disputa se desató cuando Japón arrestó el pasado 8 de septiembre al capitán Zhan Quixiong, acusándolo de chocar de forma deliberada su buque contra dos patrullas japonesas y obstruir la tarea de los funcionarios públicos. La situación escaló ayer, primero con la prolongación del arresto, y después con una información publicada en el diario económico japonés Nikkei, en el que se especulaba con la posibilidad de que Tokio comenzara a realizar operaciones de perforación en estas aguas en el caso de que China decidiera poner en funcionamiento maquinaria que recientemente trasladó a la zona.
Japón instó ayer a la calma y prometió un “tratamiento adecuado” al caso del capitán, de acuerdo a la legislación nacional. “Lo que hace falta es una respuesta tranquila, sin llevar esta situación al terreno emocional”, declaró Noriyuki Shikata, vocero de la oficina del primer ministro nipón.
Las relaciones chino–japonesas han estado durante mucho tiempo plagadas de conflictos que vienen de la época de la guerra y también rivalidades vinculadas a territorios, recursos naturales e intenciones militares, aunque la relación mejoró después de un período de congelamiento entre 2001 y 2006, y los lazos económicos podrían ser foco de conflicto.
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