El estudio de muestreo y análisis de las aguas servidas del viejo alcantarillado de San Carlos, que fueron vertidas a la playa, que realizó el Ministerio de Salud (Minsa), la Autoridad Nacional del Ambiente, la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá y el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), concluyó con dos consideraciones beneficiosas para la población.
En primer lugar, las aguas de la playa no quedaron contaminadas, consignó el informe. Mientras que las aguas que quedaron en la laguna del manglar, donde van a parar todos los residuos de las aguas negras, disminuyeron su contaminación por la acción de las olas y el agua salada del mar, que entraron a la laguna.
La limpieza de la laguna se logró gracias a la apertura de un canal que se conectó con la playa, dijo el representante de San Carlos, Rubén Muñoz. Aunque la medida no fue muy bien vista por los residentes que consideraron se contaminaba la playa.
A finales del pasado mes de julio, la situación se tornó crítica cuando las aguas servidas se derramaron y se decidió llevarlas a la playa. Abundaban los malos olores, las aguas de la playa se tiñeron con residuos de heces, y los turistas rechazaban la mala imagen que había causado el derrame.
El sistema de alcantarillado quedó estancado debido a una obstrucción de las tuberías en el punto donde son vertidas las aguas al mar. Las aguas residuales de comercios y residencias, que están conectadas al alcantarillado sanitario, son vertidas a un manglar próximo a la playa La Ensenada y en donde se forma un lago de gran tamaño.
Otros lugares, como la escuela y el edificio del seguro social de San Carlos, sucumbieron y sus resumideros estaban trancados.
El informe dice que un 30% de las aguas que permanece en la laguna (o resumidero rodeado de vegetación) ahora son del mar, y no se determinó contaminación alguna.
De igual forma, el Idaan con autorización de su director, Manuel González Ruiz, procedió a realizar una limpieza en el tanque colector principal que estaba tapado, y el área en donde se había derramado el desperdicio fecal se le hizo un dragado y fue tratado con bacterias que minimizan y contrarrestan la formación de desechos nocivos.
En la reunión del concejo, Ruiz se comprometió a mejorar el sistema de alcantarillado y mantener un tratamiento a las aguas negras (con material bacteriológico), hasta tanto se construya el nuevo alcantarillado.