El rugido de la tuneladora Walkyria hacía temblar el suelo en el borde del pozo donde el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y otros funcionarios aguardaban expectantes. De repente, como la cáscara de un huevo, las paredes de hormigón de ese hueco de 21 metros de profundidad empezaron a romperse. La cabeza de Walkyria salió a la luz como si se tratara de una criatura del fondo de la tierra. Hubo alivio y algunos aplausos, porque la tuneladora, finalmente, no desilusionó.
El gobierno porteño inauguró así la primera etapa de la obra de los túneles aliviadores del arroyo Maldonado, que servirá para mitigar el flagelo de las inundaciones en la zona de Palermo.
El túnel de 7,90 metros de diámetro que excavó la máquina, fabricada en Canadá, a lo largo de 4561 metros, entre Niceto Vega y el pozo de descarga en Punta Carrasco, aún resta conectarse con el arroyo Maldonado, ubicado a unos 30 metros del lugar donde ayer Macri presenció los trabajos.
En verdad, la obra va a estar terminada y cumpliendo su función a partir de mayo del año próximo. Según un informe del gobierno porteño, el alivio de los túneles beneficiará de forma directa a 266.491 vecinos que habitan las zonas que hoy se inundan fácilmente.
El desborde del arroyo Maldonado, que es un río soterrado que nace en la provincia de Buenos Aires, es la principal causa de los anegamientos. Ahora, según Macri, es posible imaginar una solución a este tema. "Esta es una obra concreta y muy seria que va a funcionar bien porque por debajo de los 55 milímetros de lluvia en tres horas no va a pasar nada", expresó el jefe de gobierno. Esto quiere decir que una vez terminado el tramo que falta sólo una situación atípica de precipitaciones extremas podría provocar nuevos anegamientos. Pero para comprobarlo aún falta. "Lo que puedo decir es que ésta es la obra hidráulica más importante de la Argentina", enfatizó Macri.
La tuneladora, que fue bautizada Walkyria por los vecinos a través de Internet, comenzó con las excavaciones en Punta Carrasco el 30 de septiembre del año pasado.
Ahora Walkyria será repuesta a la empresa Ghella, mientras que Margot, la segunda máquina, continúa con los trabajos en el túnel principal, que unirá Punta Carrasco con la calle Cuenca. La obra hidráulica contó con una financiación de 160 millones de dólares del Banco Mundial.
"Esta es la diferencia entre la chantada y las cosas concretas para la gente", dijo el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, ante las críticas del ex legislador porteño Milcíades Peña, que se encontraba fuera del predio donde se realizó el acto. "No critico la funcionalidad de la obra sino la legalidad", dijo Peña, que afirmó que la Justicia había impedido continuar con las excavaciones.
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