A pesar de que los problemas con los servicios de luz y agua se adelantaron varios meses, el ministro de Obras Públicas, Juan Acuña, se mostró "muy optimista" sobre las perspectivas para el verano y explicó que una serie de trabajos que se encararon deberían morigerar los problemas por la alta demanda estival.
"Hemos hecho los deberes como se deben hacer, y con las obras terminadas y otras acciones que se pusieron en marcha, tenemos que pasar un verano tranquilo", aseguró.
El funcionario comentó que están en ejecución varias obras para atender el escenario de crisis, especialmente en lo que se refiere al abastecimiento de agua potable. En este sentido reconoció, por ejemplo, que el dique de El Jumeal tiene una baja inédita de la cota para esta altura del año, lo que hace prever "un año dramático desde el punto de vista del aprovisionamiento".
Ante este panorama, se ejecutan contrarreloj nuevas perforaciones y una serie de vinculaciones, a través de acueductos, para ir cubriendo los faltantes en distintos puntos de la ciudad. Uno de esos pozos está ubicado en el CAPE y otro en la zona sur de la Capital.
En lo que hace a la energía, la principal obra planificada por el Gobierno para atender la urgencia de la prestación, la nueva línea de alta tensión San Martín-Catamarca, no estará lista antes de un año. Sin embargo, a finales de octubre debería entrar en funcionamiento la estación transformadora de Valle Viejo, que la Provincia apura para poder descomprimir la planta de rebaje del barrio 9 de Julio.
Acuña dijo que si no hay contratiempos, esta obra debería estar lista a finales de octubre o en los primeros días de noviembre.
Otros trabajos complementarios son dos subestaciones construidas en la zona norte y sur de la Capital, más infraestructura complementaria de distribución, lo que podría cubrir las fallas más frecuentes durante los pico de demanda.
En lo que respecta al apoyo de generación, Acuña dijo que además de los equipos que se alquilan, se licitó la compra de grupos electrógenos con una inversión de 7 millones de pesos. A éstos se deben sumar los que funcionan en la planta 9 de Julio para apoyar el servicio.
La decisión de comprar los equipos fue tomada por el propio gobernador, Eduardo Brizuela del Moral, luego de una de las últimas crisis de la época invernal.
Acuña deslindó responsabilidades por las demoras en algunos trabajos, como la línea San Martín, recordando que el pedido de audiencia pública ante el ENRE nacional fue tramitada en 2008, pero recién se hizo en mayo de este año.
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