Mientras que el plan de bacheo del municipio no da abasto para reparar las agrietadas calles céntricas, el anuncio del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) respecto del recambio de un ducto de distribución que corre por debajo de la Avenida Argentina disparó el alerta en la comuna, desde donde se pidió, al menos, conocer en mayor detalle del proyecto. Se teme que el reemplazo, anunciado por el presidente del ente, Nelson Damiani, derive en obras complementarias, como por ejemplo el reasfaltado o las veredas del centro.
El subsecretario de Obras Públicas del municipio, Guillermo Monzani, respaldó la decisión de reemplazar el ducto, pero confirmó que por la obra, que afectaría considerablemente el tránsito del centro y el servicio durante su ejecución, "no hubo ninguna presentación".
Apuntó que, hasta fin de año, está prevista la finalización de otras obras de infraestructura, como el estacionamiento a un costado de las vías, que ya se inició y que es prioridad tras la prohibición que entró en vigencia para la zona bancaria. También la reparación de plazas y la construcción de 8.000 metros lineales de veredas, "que están en un 70 por ciento". Pero del reasfaltado de las calles que deben romperse para el recambio, Monzani explicó que es un trabajo de un monto muy superior y que, al menos, debería haber algún contacto iniciado en la municipalidad.
Donde sí se han discutido las reiteradas roturas de los caños de la red céntrica -el sector más antiguo de la ciudad- es en el Concejo Deliberante. Fue en el marco de las discusiones para sancionar un marco regulatorio del servicio, que la ciudad no posee y que, entre otros objetivos, definiría quién debe hacerse cargo de las obras.
Monzani confirmó que el único acercamiento por el cambio del ducto, en el tramo que va desde el monumento a San Martín hasta la calle Islas Malvinas, fue hace no menos de 2 años. "Pero después no pasó más nada, así que es un anuncio del EPAS, pero no nos incluye", detalló el funcionario.
Respecto de quién debería afrontar las reparaciones de las calles que se deben abrir cada vez que se rompe un caño, apuntó que "teóricamente debería costearlas el EPAS" pero que en los últimos tiempos las ha afrontado el municipio.
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