El Secretario General de la ONU urgió hoy a trabajar por un mundo en el que cada persona tenga acceso a agua limpia y segura todos los días.
En un evento especial sobre el tema en el marco de la Cumbre sobre los Objetivos del Milenio, Ban Ki-moon instó a hacer cambios drásticos en las políticas públicas de salud y en la infraestructura sanitaria.
Ban indicó que cientos de millones de personas todavía no tienen acceso a ese líquido y aproximadamente 2.600 millones carecen de servicios de sanidad.
“Vivir en esas condiciones aumenta los riesgos de enfermedades y muerte, y perpetúa la pobreza”, advirtió Ban.
“Claramente debemos incrementar nuestros esfuerzos. Estamos en camino para alcanzar la Meta sobre el agua, pero todos los informes indican que la relacionada con sanidad está lejos del objetivo. El reto es particularmente grande en las zonas rurales”, declaró.
El titular de la ONU, instó a tener especial consideración con las cuestiones de género, ya que en muchos países las mujeres invierten largas horas para recoger agua limpia para su familia, y el acceso a agua potable les permitirá tener más tiempo para ofrecer a sus hijos una vida saludable.