El acueducto que alimentará la planta potabilizadora del Itiyuro con reservas del dique El Limón tiene 540 metros de longitud. Costó $1.530.000 y fue construido con tubos de polietileno expandido de alta densidad (PEAD) de 400 milímetros de diámetro. Esta cañería empalma aguas arriba, con una conducción ya existente en plástico reforzado con fibra de vidrio (PRFV) de 700 milímetros de diámetro y 150 metros de longitud.
En su punto más bajo, el acueducto empalma, por unión soldada, sobre otra cañería ya existente, en acero, de 700 milímetros. En este tramo el diámetro de la cañería se reduce a 250 milímetros, en acero.
El agua cruda será captada desde El Limón a través de un sistema de compuertas ubicado sobre la torre de toma.
A lo largo de su extensión, el acueducto cuenta con válvulas destinadas a garantizar y optimizar su funcionamiento. Entre éstas se destaca un sistema para regular y reducir las presiones, que se ubicarán en torno de los 7 kilos por centímetro cuadrado en el extremo más bajo.
Uno de los puntos más conflictivos del proyecto estuvo el cruce de la cañería sobre el salto en el curso del río Itiyuro. Allí se construyó una pasarela colgante que sostiene al acueducto en su paso hacia la planta de potabilización.
La planta
La planta potabilizadora del Itiyuro fue inaugurada el 12 de diciembre de 1983, luego de casi 5 años de construcción. Desde sus orígenes procesó el caudal derivado desde el dique Itiyuro I, situado aguas arriba, con reservas captadas desde el río Caraparí mediante dos tomas dispuestas sobre su cauce.
Con el correr de los años los fuertes arrastres sedimentarios del río Caraparí redujeron la capacidad de almacenamiento y de reserva del citado embalse, afectando el servicio de manera cada vez más acentuada en toda el área abastecida por el sistema.
El período más crítico se extiende de agosto a noviembre, por la ausencia de lluvias, el aumento de las temperaturas, el salto de los consumos y la consecuente reducción de los niveles de reserva.
A esto se suman fenómenos de eutroficación que se prestan, especialmente entre octubre y noviembre, a la expansión de algas por los bajos niveles de embalse, falta de circulación del agua almacenada y la acción de la energía solar. |
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