La gran cantidad de sábalos muertos que una semana atrás aparecieron en el arroyo Ludueña reflotó el tema de la contaminación de ese curso de agua en el que impactan, entre otros, líquidos cloacales de conexiones clandestinas. Los primeros análisis indican que la mortandad se produjo por falta de oxígeno del agua, hecho relacionado con una inesperada descarga de materia orgánica. Al mismo tiempo se comenzaron a realizar inspecciones a las industrias ubicadas en la zona para constatar si hubo algún volcamiento furtivo o un derrame accidental. El tema llegó ayer también al Concejo Municipal.
Mientras tanto, cuadrillas de empleados municipales comenzaron limpiar el área a partir del puente Nansen, una tarea que esperan concluir esta mañana (ver aparte).
Un detalle que agrega complejidad al tema es que en las proximidades de donde aparecieron los sábalos muertos suele haber gente pescando por lo cual desde la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia se pidió no consumir peces capturados en el arroyo, al menos hasta que se determinen las causas de la mortandad de estos animales.
Según el director provincial de Medio Ambiente, a cargo de la delegación sur, Edgardo Seguro, la repartición ya trabaja en el tema para conocer las causas que provocaron la situación y tomar medidas preventivas.
El funcionario confirmó que las primeras intervenciones se realizaron el lunes y consistieron en la toma de muestra de agua y la captura de ejemplares vivos de sábalos para rastrear contaminantes en sus organismos.
Los análisis líquidos se realizarán en los laboratorios de la empresa Aguas Santafesinas SA (Assa), mientras que la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), con sede en Casilda, realiza el estudio de los peces.
“La primera hipótesis, por la forma en que aparecieron los peces, es que murieron por una drástica reducción de oxígeno”, explicó Seguro y dijo que esta situación puede darse cuando al agua ingresa una cantidad inesperada de materia orgánica en cuya descomposición intervienen las bacterias responsables de captar el oxígeno disuelto en el agua y restarlo a los demás organismos, en este caso a los pequeños sábalos.
?El funcionario también explicó que las tareas para efectuar el diagnóstico incluyeron una recorrida aguas arriba del Ludueña. “El punto crítico de la mortandad aparece a la altura de las calles Mercante y Portugal, donde termina el entubamiento del arroyo”, aseguró y dijo que remontando el cauce y hasta el canal Ibarlucea no se encontraron peces muertos.
Esta situación hace presumir en algún aporte imprevisto de materia orgánica en un punto determinado del arroyo. En esa dirección es que también se están realizando inspecciones a las industrias ubicadas en la zona para constatar si hubo algún volcamiento furtivo o un derrame accidental. “Estuvimos inspeccionando una serie de empresas de la zona para determinar si hay una descarga de contaminantes perjudicial. Sabemos que es un curso de agua que recibe mucha basura y líquidos. Si se lo sumamos a un bajo caudal, ésta puede ser una explicación de la muerte de los peces”, sostuvo.
Desde el Taller Ecologista aseguraron que aún esperan tener acceso a los estudios oficiales que se están realizando en el Ludueña para saber “qué tipo de contaminantes están presentes en su curso de agua”, indicó el portavoz del grupo, Mirko Moscat.
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Proyecto. La misma preocupación llegó ayer al Concejo Municipal, que aprobó un proyecto que solicita a la Secretaría de Medio Ambiente los estudios realizados sobre el tema.
“Desde hace décadas, la cuenca se encuentra en una situación dificultosa por la que los peces que habitan en la misma están en peligro constante”, explicó el concejal Edgardo Falcón, autor del proyecto que salió sobre tablas. La iniciativa también contempla una convocatoria al comité de la cuenca del Arroyo para consensuar soluciones al problema.
Para Falcón, al Ludueña llegan desechos industriales, canales, zanjones y todo tipo de desagües ilegales desde una extensa área de campos con el consiguiente peligro de los agroquímicos.
Limpian el agua de manera manual
Daniela Mastrángelo, de la Subsecretaría de Medio Ambiente municipal, dijo a La Capital que el área que “sigue atentamente el tema” mientras se espera el diagnóstico sobre la causa de la mortandad. Además aseguró que ya están avanzadas las tareas de limpieza que comenzaron a la altura del puente sobre Nansen, en dirección a la desembocadura del Ludueña. Aunque no se arriesgaron cifras, a simple vista se constata que fueron cientos los peces afectados.
Desde el jueves las cuadrillas municipales recogen en forma manual, desde embarcaciones o desde la orilla, los sábalos muertos. “Algunos peces fueron arrastrados por la corriente, otros quedaron estancados y los estamos retirando con herramientas manuales”, detalló Mastrángelo.
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