El sistema de producción de agua en la planta de Avenida Ramírez de Paraná está parado desde mediados de julio. A partir de entonces, las instalaciones funcionan como un centro de distribución del agua potabilizada que bombea la planta nueva desde calle Rondeau y Echeverría para abastecer a la zona centro, sur y oeste de la ciudad.
Daniel Giménez y Juan Pablo Martínez, integrantes del Frente de Trabajadores de Obras Sanitarias (Fretos), informaron a EL DIARIO que empleados de la repartición municipal –con aporte de otras áreas- se encuentran trabajando para volver a poner en marcha el mecanismo en octubre.
Giménez, a cargo de los trabajos de reparación en las instalaciones de Ramírez, y Martínez, al frente de los operativos antiderroche, explicaron que la decisión de parar el sistema se basó en la falta de condiciones de los decantadores y de dragado del río a la altura del muelle viejo, donde funciona la bomba cinco que provee de agua cruda a la planta de Ramírez.
En vista del verano que viene y de los altos niveles de consumo, empleados nucleados en ese sector resolvieron iniciar gestiones ante el Ejecutivo municipal con el fin de retomar la producción. De lo contrario, advirtieron que en los días de elevadas temperatura faltaría el agua. Si bien la planta nueva garantiza un volumen de abastecimiento elevado -6.500 metros cúbicos por hora-, el nivel de consumo por habitante en jornadas calurosas “es altísimo” en Paraná: el 5 de enero pasado se calculó que cada paranaense consumió unos 800 litros. A ese punto sumaron el hecho de que se han seguido extendiendo redes de agua hasta los bordes de la ciudad y han aumento las conexiones al sistema de cloacas.
Así las cosas, “se resolvió con los trabajadores hablar con el Ejecutivo y nos dio vía libre para que trabajemos en la reactivación”, apuntó Giménez, empleado a cargo de los trabajos en las instalaciones de Ramírez.
OBRAS. Hace un mes arrancaron las tareas y consisten en la limpieza y reparación de dos decantadores, en una primera etapa, y de otros dos en una segunda. En tanto, uno de los depósitos, con grietas en los laterales desde hace años, quedará en desuso, dijeron. Giménez y Martínez destacaron que la labor está siendo llevada adelante por “trabajadores del área”, con la colaboración de gente de las unidades municipales 2 y 4.
“Nosotros dijimos que no podíamos quedar así, con esa planta en el estado de abandono que estaba. Hablamos con el Ejecutivo y nos dio la razón, de que había que reactivarla y nos pusimos a trabajar. Estamos reactivando los decantadores de agua para poder volver a potabilizar”, detalló Giménez.
Los trabajos empezaron por limpiar los decantadores: tenían entre un metro y 1,30 metro de barro, afirmó el encargado de la obra. La tarea continúa por el cambio de los elementos usados en la segunda etapa de la producción, denominada de aglutinación de partículas y sedimentación. En eso están por estos días, aseveraron.
DRAGADO. Para volver a potabilizar, la planta de Ramírez necesita el bombeo de agua cruda desde la costa del río. Para eso, se debe poner en marcha otra parte del sistema en desuso: una bomba del muelle viejo de la toma. Y se requiere el dragado del río para garantizar el funcionamiento de succión, trabajo que no conocían la fecha de inicio.
Con esa sola bomba se prevé retomar la producción de agua en la planta vieja. “Quisiéramos que fueran más (las bombas)”, pero hay una a disposición por lo que el nivel de producción rondará los 1.500 metros cúbicos hora. En su mejor época, las instalaciones de Ramírez producían unos 4.500 metros cúbicos hora y, por ejemplo, el verano pasado, en los días de mucho calor, potabilizó a razón de 3.000 metros cúbicos hora.
Seguidamente, Giménez y Martínez remarcaron que las obras se encaran con mano de obra propia y materiales del área. “No se llamó a un empresa privada, son los trabajadores de Obras Sanitarias -con el apoyo de otras áreas- que buscan reflotar el uso de la planta que para nosotros es vital”, dijeron.
En años pasados, ese grupo de empleados advertía con fuerza respecto del estado de las instalaciones, la carencia de vehículos y de material de trabajo en la repartición. La semana pasada, se informó que hubo reclamos similares que incluyeron asambleas, encabezados por el Sindicato de Obras Sanitarias, otro sector dentro de la repartición.
Vaivenes
El cambio de uso de las instalaciones de Avenida Ramírez empezó a plantearse a partir de 2004, cuando comenzó a tomar fuerza el proyecto de construcción de una nueva planta de agua. En la iniciativa original, delineada en Obras Sanitarias, el establecimiento de Ramírez continuaba conservando su función de planta potabilizadora. Después, cuando la idea llegó a la Nación y desde ese ámbito, se plasmó en proyecto: la planta de Ramírez funcionaría como tal hasta 2017 y pasaría a ser un centro de distribución en el engranaje en la obra nueva. Pero, a partir de 2008, en el inicio de la puesta en marcha del flamante sistema y ante las reiteradas fallas en las redes de distribución, se volvió a valorar la necesidad de que continúe potabilizando. Y, a la par, se habló de la necesidad de poner las instalaciones en condiciones.
La planta potabilizadora de Avenida Ramírez funciona a pleno desde 1939, según ex empleados memoriosos, y esta sería la primera vez que deja de producir agua durante tantos días.
Desde la Comuna
“La bajante del río dejó fuera de servicio la bomba cinco del muelle viejo de la toma. Esa bomba es la que directamente abastece (con agua cruda) a la planta de Ramírez”, dijo Juan José Moreno, subsecretario de Saneamiento de la Comuna, al explicar la salida de servicio de la planta vieja. El funcionario aclaró que se trata de una interrupción temporaria, hasta que sea dragado el río, cuestión para la que su área está en tratativas para realizar el trabajo en “la zona donde están los dos conjuntos de bombas”, apuntó. En cuanto al trabajo en los decantadores, informó que se trata de instalaciones añosas que necesitaban “reponer las placas de las sedimentadores y la renovación de los mantos filtrantes”. Todo se hará de aquí al 15 de diciembre, apuntó.
Al margen
Cómo llega el agua hasta avenida Ramírez
Ahora. A través de una cañería de 700 mm llega el agua potabilizada desde la planta nueva y desde Avenida Ramírez se distribuye al centro, sur y oeste (centro de distribución Ejército).
En octubre. Para entonces, cuando estiman estaría listo el sistema para volver a producir, se retomará el abastecimiento de agua cruda mediante otra cañería –de 800 mm de diámetro- que se usó hasta julio. En total, hay tres redes preexistentes a las obras de la planta nueva que comunican a la planta vieja con las tomas de agua, según explicaron los empleados de Obras Sanitarias.
Foto: Archivo Programa Infoagua
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