Medios del Paraguay dicen que ninguna autoridad de nuestro país se hizo responsable de la construcción del canal en el Pilcomayo. Salta deslindó responsabilidad y apuntó a Formosa por el manejo hídrico del río, y el Gobierno de Cristina Kirchner recién se habría enterado por las quejas paraguayas, ya que el propio embajador argentino en Paraguay, Rafael Romá, admitió que la situación los tomó por sorpresa.
"Hasta el momento no sabemos si fue alguna autoridad del Estado argentino o de la Gobernación de Formosa, o sólo fue iniciativa de alguna persona o empresa privada. Lo que me queda claro es que deberíamos demandar a la persona que construyó el canal para desviar una parte del curso de las aguas y puso en peligro los 300 kilómetros de agua que ya ingresa a nuestro territorio y que podría haber causado la mortandad masiva de los animales del Chaco", aseguró Lucio Amarilla, presidente de la Comisión Nacional del Pilcomayo de Paraguay.
Indicó que se está analizando la situación y "que debemos pensar a qué organismo internacional recurrir, y presentar un formal reclamo y eventual demanda contra la persona que propició todo esto, porque sin dudas se trata de un grave delito ambiental". "Felizmente, pudimos detectar a tiempo la construcción del canal, porque si se seguían con las obras, el daño se habría producido y allí podría haber echado por tierra millones de dólares de inversión y un daño irreparable al ecosistema de la región", acotó.
Si bien la posición de Amarilla es personal y no representa oficialmente la voluntad del Gobierno paraguayo en llevar adelante la eventual demanda (al menos por el momento), otros altos funcionarios del Gobierno del vecino país, también analizan la posibilidad, atendiendo a que la construcción de canales en la alta cuenca del Pilcomayo por parte de estancieros y gobernaciones argentinas, limítrofes al Chaco paraguayo, busca llevar las aguas del río a su territorio de manera cíclica.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones de Paraguay (MOPC), Efraín Alegre, fue más mesurado a la hora de enfocar el tema. "Hasta el momento no existe un perjuicio al territorio nacional, pero sin duda alguna el canal construido por los argentinos representa un peligro.
Este tipo de intervenciones puede provocar el cambio del cauce principal y si cambia el cause, ahí sí se puede producir un perjuicio tremendo para los intereses de nuestro país", acotó Alegre. Refirió que las aguas del cause siguen ingresando al país en un 70%. "Creo que con el taponamiento y las medidas que se están tomando, las cosas se van a normalizar", agregó.
Foto: Archivo Programa Infoagua |
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