En la Ciudad de la Costa comienzan en estos días las obras que, según se anuncia, terminarán con los principales problemas de la zona: pozos, inundaciones y falta de saneamiento. El proyecto demandará una inversión de US$ 170 millones.
La primera etapa de trabajos finalizará en tres años, después de un largo proceso que comenzó en 2005 con la creación del Consorcio Canario entre el Ministerio de Vivienda, OSE y la Intendencia de Canelones.
A partir de la próxima semana los vecinos verán en sus calles las obras que combinan saneamiento, arreglo de calles y pluviales.
El proyecto abarcará la zona delimitada por avenida Racine al Oeste, la Ruta Interbalnearia al Norte, la calle Florianópolis al Este y la rambla Tomás Berreta al Sur. En dicha extensión hay una población compuesta por más de 50.500 personas y se estima que para el 2035 habrá más de 99.000 habitantes. Hay, además, 20.645 viviendas y se proyecta que habrá 32.044.
Las obras, que abarcan 319 kilómetros de calles, terminarán en 2019. Y la inversión estimada es de US$ 170.000.000; el 50% será financiado con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la otra mitad con una contraparte local a través de un fideicomiso de tributos departamentales.
En la próxima semana comenzará la primera etapa del proyecto en la zona denominada "A".
El jueves a las 10 horas la Intendencia de Canelones firmará el acuerdo con la empresa Techint que trabajará en la zona "A" Oeste -la zona "A" Este está en proceso de licitación-.
También el intendente de Canelones, Marcos Carámbula, informará e inaugurará el inicio de las obras en dicha zona y el cronograma de trabajo.
La administración de Carámbula reconoce que el emprendimiento es "la solución de fondo que permitirá eliminar los problemas actuales de inundación, anegamiento y pozos en las calles, además de evitar impactos negativos en la zona costera y el arroyo Pando".
ZONA "A". La primera etapa comprende un área de 431 hectáreas, limitadas al Oeste por la calle Mar del Plata, al Este por las calles Real de Azúa y Bahía Blanca, al Norte por la Ruta Interbalnearia y al Sur por la Rambla Tomás Berreta. Dicha zona va desde el kilómetro 23,2 al 24,5 de la Ruta Interbalnearia y del kilómetro 22 al 23,5 de avenida Giannattasio.
Se construirán 64 kilómetros de redes de saneamiento, 56 kilómetros de calles, 5,3 kilómetros de colectores pluviales y 86 kilómetros de cunetas para las calles internas, intermedias y centrales, además de la construcción de cordones cunetas y bocas de tormentas para la conducción y captación del caudal de lluvias. En lo que respecta al componente del saneamiento se construirá la red, pozos de bombeo, líneas de impulsión, una planta de tratamiento y el emisario que va al mar.
Según explicó a El País Milton Machado, responsable del Consorcio Canario, la estación de bombeo principal evacuará los efluentes provenientes de todas las cuencas para ser bombeados hacia la planta de tratamiento mediante una línea de impulsión que tendrá 800 milímetros de diámetro y una longitud de 4.350 metros.
Actualmente el saneamiento en Ciudad de la Costa está compuesto por soluciones individuales, es decir, cada vivienda tiene un pozo negro o vierte a la planta ubicada en Pinar Norte.
Esto trae aparejados diferentes problemas en la zona. Por ejemplo los pozos negros tienen filtraciones que causan contaminación superficial. El tránsito de camiones barométricos también provoca olor desagradable y daños en las vías públicas. La planta de Pinar Norte es, según la Intendencia, "insuficiente" y tiene "dificultades" de operación.
En lo que refiere al drenaje pluvial tampoco existe una solución global. En algunas zonas hay cunetas en el suelo o en el pasto y canales naturales.
Con esta realidad actual no es extraño que las vías de tránsito estén deterioradas debido a la falta de un sistema adecuado de evacuación, de jerarquización vial y de mantenimiento.
La inexistencia de aceras también genera dificultades para el tránsito peatonal y vehicular. Además, cuando hay abundantes lluvias muchas viviendas de la Ciudad de la Costa se inundan por la insuficiencia en el drenaje por cunetas y canales.
Todas las calles intervenidas durante las obras serán hechas de carpeta asfáltica, es decir que no habrá más calles de tosca. En las calles internas y secundarias, las cunetas y veredas serán de pasto y en las calles principales o zonas comerciales se harán veredas y ciclovías.
Esta primera etapa de la obra durará unos tres años.
EL IMPACTO DE LA OBRA
La Intendencia de Canelones alertó que mientras las obras estén en marcha es posible que los vecinos "experimenten algunos inconvenientes" en los servicios de la red eléctrica, cableado, estacionamiento de vehículos y desvíos en el tránsito.
Según comentó a El País el titular del Consorcio Canario, Milton Machado, las dificultades serán las "normales" que hay en cualquier obra de gran envergadura. "Las dificultades que ocasiona una obra de saneamiento es que llega una máquina a la puerta de tu casa, hace una excavación en profundidad que varía de dos a cuatro metros para instalar la tubería y podés pasar unos días, por ejemplo, sin poder entrar el auto".
Machado comentó que en las obras de pluviales "hay una modificación de los perfiles de cuneta", lo cual puede implicar un corrimiento de los servicios de UTE, OSE o el gas. "Garantizamos los servicios públicos pero avisamos que van a haber dificultades", agregó.
También se le informa a los vecinos que si bien la obra durará unos tres años las molestias serán mientras los trabajos estén en la cuadra de su casa. La Intendencia asegura que los vecinos serán "debidamente informados en los casos de molestia por las obras" y pone a disposición dos teléfonos por consultas: 4332 2288 de la propia Intendencia o el 0800 1871, que pertenece a OSE.
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