Casi que no quedó rincón de la provincia sin mojarse por las lluvias entre el sábado y ayer. En promedio, cayeron entre 30 y 110 milímetros sumando los tres días, según las zonas, para completar uno de los septiembres más lluviosos de los últimos años.
El principal y más benéfico efecto se vio ayer en los ríos y en las próximas horas quedará dibujado en los lagos cordobeses, que recargarán sus niveles para alejar la preocupación de repetir una crisis hídrica como la que Córdoba vivió el verano pasado.
Además, suma humedad alejando los fantasmas de una primavera de alto riesgo de incendios rurales y serranos, tras el crudo invierno que había resecado los pastizales.
Como único punto en contra pueden contabilizarse las incomodidades que en algunos puntos causó el agua en viviendas, caminos o rutas, y que en algunos sectores del sureste el granizo afectó cultivos de trigo.
Mario Navarro, del Observatorio Meteorológico Salsipuedes, apunta un ejemplo: en la ciudad de Córdoba llovió este año unos 140 milímetros entre abril y septiembre, contra 47 del mismo período del año anterior. El aporte gravitante fue el de estos últimos días.
Para acumular. El lago San Roque, vital para el turismo de Carlos Paz y para el agua que consume la Capital, ya agradece las lluvias. Los ríos San Antonio y Cosquín, sus principales afluentes, crecieron notoriamente ayer.
“El San Antonio tuvo una creciente de 2,20 metros por la tarde. Eso limpia el río y llega al lago”, dijo aliviado Jorge Boido, de la Cooperativa Integral de Carlos Paz, concesionaria del servicio de agua en esta ciudad.
El centro y norte del valle de Punilla fueron unas de las áreas con más precipitaciones. En La Falda, La Cumbre y Cosquín, por ejemplo, en una hora y media cayeron ayer 70 milímetros y en todo el día más de 90, acompañados por granizo y fuertes vientos. No hubo necesidad de evacuar familias. La ruta nacional 38, que atraviesa esta región, debió ser cortada varias horas. El río Cosquín creció hasta cinco metros. Toda esa agua terminará impactando en el lago San Roque, en el que se espera una subida de al menos un metro en su nivel, para quedar a un metro y medio arriba del que registraba en 2009.
En las Sierras Chicas las lluvias aportaron unos 60 milímetros en tres días.
Agustín Cascú, de la planta potabilizadora del dique La Quebrada, señaló que se observaba “una clara recuperación” de los arroyos.
En Calamuchita, llovió entre 30 y 60 milímetros de sábado a lunes. Algunos arroyos serranos empezaban ayer a recuperar caudal y el río Santa Rosa subió unos 40 centímetros.
Si bien los lagos Embalse y Los Molinos estaban en un nivel aceptable para esta época, se asegurarán ahora una recarga adicional.
En Traslasierra también llovió entre 40 y 90 milímetros.
La zona central de Río Tercero y Almafuerte registró unos 60 milímetros en los tres días. En Hernando no llegaron a 30 y en Villa Maria fueron 55. Hacia el sur, en Río Cuarto, se midieron 45 desde el sábado.
En el más árido norte también llovió esta vez, entre 20 y 60 milímetros.
En Villa María el agua ahogó los festejos
La lluvia aguó muchos eventos sociales y deportivos previstos para el fin de semana, que debieron suspenderse.
Entre ellos, los múltiples festejos que tenía programados Villa María para celebrar su 143° aniversario. El espectáculo con entrada gratuita del Chaqueño Palavecino que se iba a realizar el domingo pasó primero para el lunes y luego suspendido hasta nuevo aviso.
El desfile con más de 200 instituciones sumado al espectáculo escénico del grupo Fuerza Bruta se fue postergando hora a hora y ayer se anunció que, parcialmente, se hará hoy. Para eso, el municipio decidió extender el asueto un día más. Lo único que se llevó a cabo ayer fue la actuación de varias bandas militares, pero bajo techo. Mientras, la exposición rural Mega Ericca 2010 debió cerrar sus puertas un día antes. Para los sembradíos. El agua fue bienvenida también en las zonas agropecuarias, salvo para los productores que la vieron llegar acompañadas de granizo y tenían sembrado trigo. Unas mil hectáreas habrían sido afectadas.
Donde no había cultivos en desarrollo (la mayor parte de la superficie) el agua servirá para agregar humedad a los suelos para la próxima siembra de soja o maíz. Sobre todo, en el sur provincial eso se esperaba tras meses de sequía. |
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