Las lluvias continúan afectando gran parte del territorio nicaragüense y algo más de cuatro mil personas permanecían hoy en 58 albergues provisionales instalados por las autoridades en diversas localidades del país.
De acuerdo con declaraciones formuladas hoy por el coronel en retiro Rafael Ramírez, presidente ejecutivo del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), tras las precipitaciones del fin de semana, fue necesario incrementar el número de albergues de 31 a los 58 actuales.
Unas ocho mil viviendas están anegadas por las aguas y, de ellas, 180 están totalmente destruidas y 400 semidestruidas, dijo el funcionario, quien recordó que se mantiene la alerta amarilla para las dos regiones caribeñas y la verde para el resto del territorio nacional.
Este domingo llovió en todo el occidente y el norte del país y fue necesario evacuar a decenas de familias en los departamentos de Estelí, León, Chinandega, Matagalpa y Jinotega, precisó Ramírez.
En Chinandega, se registraron más de 150 milímetros de lluvias desde las seis de la tarde de ayer hasta la mañana de hoy y las precipitaciones también fueron intensas en la zona norte del departamento de León, informó por su parte el general Mario Perezcassar, jefe de la Defensa Civil del Ejército.
Una situación particularmente seria se ha creado en el municipio San Francisco Libre, situado frente a la ciudad de Managua, en la orilla opuesta del lago Xolotlán, donde a juicio de funcionarios locales, las consecuencias de las lluvias caídas durante las últimas horas ya se acercan a las registradas cuando el huracán Mitch, que azotó el país a finales de octubre de 1998.
En varias zonas del casco urbano de San Francisco Libre, el agua alcanza los 20/25 centímetros, y en algunas viviendas llega a la cintura de sus ocupantes, mientras numerosas calles permanecen inundadas.
Además de las lluvias, en esa situación influye el aumento del nivel de las aguas del Xolotlán, que mantiene inundadas todas las zonas ribereñas, principalmente en el municipio de Tipitapa y en la urbe capitalina.
Por orientaciones del gobierno central, las alcaldías y los consejos del Poder Ciudadano trabajan intensamente en la evacuación de las familias de las zonas de mayor peligro cercanas al lago y en la atención priorizada a las personas que permanecen en los albergues.
Según el general Perezcassar, en un plazo de 10 días, deberán haber sido evacuadas de las zonas costeras del lago todas las personas en situación de riesgo.
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