Los resultados de las pericias ordenadas por la Justicia federal son coincidentes con los obtenidos en el fuero provincial: Pacará Pintado sí contamina el medio ambiente. Así lo expusieron tres especialistas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) en un informe solicitado por Mario Racedo, quien subroga el Juzgado Federal Nº 2.
Sergio Georgieff, María Elena Puchulu y Diego Fernández fueron los peritos oficiales que inspeccionaron la planta de tratamiento de los residuos en abril de 2009, por disposición del magistrado. Precisamente, las conclusiones a las que arribaron los expertos fueron determinantes para que Racedo imputara al gerente de Servicios y Construcciones La Banda SRL, Mario Delfor Criado, de presunta violación a la Ley 24.051 (de Residuos Peligrosos). El empresario debe declarar ante el juez el miércoles.
En la causa, Racedo interviene a partir de una actividad preventiva concretada el 31 de octubre de 2007 por Gendarmería Nacional, que alertó acerca de que en el lugar podrían violarse las disposiciones de la norma nacional. El eventual derrame de efluentes a un cauce conectado a un sistema hídrico interjurisdiccional (el Salí-Dulce, que desemboca en Las Termas de Río Hondo) es lo que justifica la competencia federal.
Los estudios encargados por el juez se centraron en determinar si Pacará Pintado vuelca o no sus efluentes al río Salí. La conclusión de los análisis es que el predio sí contamina al curso de agua. Para llegar a esa aseveración, los especialistas advirtieron inicialmente sobre las características geológicas del suelo: presenta una alta porosidad y permeabilidad; por ende, mayor infiltración. Incluso, alertaron que en algunos sectores las celdas en las que se depositan los residuos tenían sus membranas (para evitar la filtración) en mal estado o rotas. "Se observó la presencia de canales de drenaje que no contaban con las membranas impermeabilizantes", señalaron.
Luego, los peritos de la UNT se refirieron a las líneas de escurrimiento superficial del predio y de las aguas subterráneas. En ambos casos, la dirección es hacia el sur; la antigua dirección de las corrientes es, precisamente, hacia el sudoeste. Con ese sustento, ante la pregunta acerca de si el río Salí es receptor de las aguas subterráneas en el área de la planta, los especialistas fueron contundentes. "Sí, debido a que las aguas subterráneas provenientes del área de la planta afloran en el antiguo cauce del río Salí, escurren y desembocan aguas abajo en el cauce actual", afirmaron en el informe judicial.
Los peritos enviados por la Justicia Federal también precisaron que los líquidos lixiviados derivados de los desechos sí tienen influencia en la calidad del agua del río Salí: "hay evidencias de contaminación por lixiviados tanto en las aguas freáticas de la planta como en el antiguo cauce del río Salí. La pluma contaminante se caracteriza por elevados tenores de materia orgánica, hierro, manganeso, amonio, cloruros y cromo".
En ese contexto, los expertos sentenciaron que la laguna de biofiltro (aguas residuales) instalada dentro de la planta también presenta elevados tenores de amonio, cromo y zinc. "Todos los puntos de muestreo localizados en el antiguo cauce del río presentaron concentraciones de amonio (amoníaco) que superan los límites estipulados por la ley 24.051", explicaron.
En cuanto al comportamiento del río aguas arriba de la planta, los peritos precisaron que sí hay contaminación bacteriológica producto de la falta de oxígeno disuelto. Sin embargo, dijeron que aguas abajo -en la desembocadura del antiguo cauce- encontraron un aumento en la concentración de amonio y de cromo. "La concentración de estos elementos superan los límites establecidos por la ley ley 24.051; algo que en los puntos localizados aguas arriba de la planta no sucede", expresaron.
Finalmente, dejaron una advertencia por demás alarmante: "el terraplén construido a lo largo del margen izquierdo del río para protección de desbordes sobre la planta produce un estrechamiento del cauce, lo que provocará a mediano o largo plazo mayores riesgos de desbordes y afectará la estabilidad estructural del puente sobre la ruta nacional 9".
Coincidente
Los estudios de la Justicia Federal se conocen casi en simultáneo con los dispuestos por la Cámara en lo Civil y Comercial Común. En el fuero local, la perito María Luisa Genta aseguró, tras una inspección, que la planta de Pacará Pintado sobrepasa los límites establecidos por las normas de calidad de vida en emisión de gases nocivos, a la vez que contamina el suelo, el agua de las napas y el cauce del río Salí.
Según la pericia de la UNT, Pacará Pintado contamina
El juez federal Mario Racedo tiene en sus manos un informe en el que se advierte que los lixiviados de la planta influyen en la calidad de las aguas del río
Tres especialistas de la UNT enviados por la Justicia Federal a la planta de tratamiento de la basura concluyeron que Pacará Pintado viola la Ley 24.051 (de Residuos Peligrosos) y vuelca sus efluentes al río Salí, contaminando sus aguas. El informe enviado al juez federal Mario Racedo es categórico. "Hay evidencias de contaminación por lixiviados tanto en las aguas freáticas de la planta como en el antiguo cauce del río Salí", afirmaron. ¿Cómo llegan a influir en el río? "Las aguas subterráneas provenientes del área de la planta afloran en el antiguo cauce del río Salí, escurren y desembocan aguas abajo en el cauce actual", respondieron los peritos. |
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