Un informe elaborado por la Dirección de Defensa Civil de la Municipalidad entregado el pasado 9 de septiembre ya advertía sobre la falta de mantenimiento en desagües y canales de riego, y sobre los potenciales daños que se podían ocasionar en distintos puntos de la ciudad de Córdoba en caso de lluvias.
El documento, enviado al secretario de Ambiente municipal, Fernando Cámara, tiene por objeto la implementación de una red para emergencias y desastres dispuesta en la ordenanza 11.005.
El texto, realizado en base a relevamientos propios, advierte sobre una serie de riesgos. Entre ellos, destacan el estado de los canales de riego que atraviesan la Capital. En líneas generales, el informe resalta que debido a la gran cantidad de basura acumulada se redujo el caudal de siete metros cúbicos a dos metros cúbicos.
Según consta en el documento, Defensa Civil suele intervenir en los canales en épocas de lluvia, abriendo las compuertas que regulan el caudal. Sin embargo, remarca que esos mecanismos se encuentran en un estado crítico: la ubicada en barrio Rosedal posee la casilla usurpada por indigentes, mientras que la del parque San Martín se encuentra inoperable. Las compuertas permiten el movimiento de 20 metros cúbicos de agua por minuto.
El caso de las avenidas Padre Lucchese, Fuerza Aérea, Ejército Argentino, Armada Argentina, Juan B. Justo y la ruta E53 el problema se agrava, según el informe, por las obras no realizadas por la concesionaria de la Red de Accesos a Córdoba, Caminos de las Sierras.
Defensa Civil también advirtió sobre el deterioro del cauce del río Suquía. En el informe señala que se encuentra en muchos lugares obstruido por basura y escombros, produciendo que el lecho se achique y aumente el nivel de agua. Con esa situación se facilitan los desbordes.
En el mapa elaborado por la repartición están varios de los lugares que se inundaron ayer, como las avenidas Fuerza Aérea, La Voz del Interior, Villa Urquiza, Villa El Libertador y José Ignacio Díaz.
Cabe aclarar que tanto el río Suquía como los canales Maestro Norte y Sur se encuentran bajo la jurisdicción de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia.
Sin planificación. El documento informa sobre otros motivos que explican la intensificación de los anegamientos en el noroeste y oeste. Además de las características geológicas del suelo cordobés (la Capital está sobre una meseta con un “tajo” en el medio, que es el Suquía), los desmontes y la impermeabilización de los suelos para urbanizaciones en el área metropolitana aumentaron las escorrentías.
La repartición también elaboró un plan de acciones, como el pedido a Recursos Hídricos para que repare las compuertas de los canales de riego y un trabajo en conjunto para limpiarlos, en pedir informes sobre el avance de obras de las lagunas de retardo prometidas por la Provincia en la zona noroeste y sobre los desagües en la avenida Padre Lucchese.
Finalmente, se está relevando el estado de las bocas de tormenta en cada CPC, para que la Dirección de Higiene Urbana solicite a Crese la limpieza y retiro de obstrucciones.
Dos informes que no se tuvieron en cuenta
La Municipalidad tiene al menos dos informes sobre las causas de los efectos de las inundaciones en la ciudad.
El primero es “Carta de peligrosidad de inundación, erosión y anegamiento para las acciones de prevención”, un estudio geológico de Francisco Quintana Salvat y Osvaldo Barbeito, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba.
Explica cuáles son las características geológicas por las que sectores de la ciudad quedan bajo el agua con lluvias que sean de entre 30 y 40 milímetros en cortos períodos de tiempo. Córdoba está en el valle de un cordón montañoso y recibe las escorrentías producidas por las lluvias caídas en las laderas de esas montañas. Por la inclinación del terreno, las aguas corren en busca del río Suquía.
La Carta también advierte sobre la acción del hombre, ya que modificó las características naturales de zonas que evitaban los anegamientos, principalmente en el oeste. Y cuenta con una herramienta fundamental: un completo mapa con todas las zonas anegables e inundables, que debería haber sido utilizado para planificar su urbanización.
El otro estudio fue presentado en 2008 por Sandra Díaz, investigadora del Conicet. Allí se advierte sobre la necesidad de recuperar las costas del río Suquía, evitando construcciones dentro de los lugares que hayan sido afectados por inundaciones. |
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