En el Senado de la Nación se debatirá hoy la llamada Ley de Glaciares y los representantes de Greenpeace Argentina esperan que el proyecto se convierta en una realidad debido a su importancia para el futuro ambiental del país.
Así lo expresó en diálogo con EL LIBERAL Hernán Giardini, representante de la ONG que trabaja, junto a un grupo de voluntarios, impulsando causas que benefician al medio ambiente en todo el territorio nacional y el mundo.
El activista explicó: “La ley que se tratará pretende que se realice un inventario nacional de glaciares donde se van a priorizar las zonas donde existe explotación minera o petrolera, ya que la legislación procura que estas producciones no se realicen en sectores de glaciares o periglaciares”.
Precisó que una vez logrado este relevamiento “toda actividad que pueda estar afectando a estas zonas debe ceder en su proyecto”, mientras que a futuro se busca que no existan este tipo de producciones.
Giardini sentenció: “La gran mayoría de los glaciales están retrocediendo por el cambio climático y eso es una preocupación. Con la ley se espera también que se realice un monitoreo de los lugares donde se está observando este fenómeno”.
“Nosotros en la Argentina – aclaró - no tenemos documentado que actualmente el sector minero haya afectado a los glaciares, pero se supone que puede estar sucediendo en la medida en que haya tanta resistencia a que se revisen los proyectos que hoy están en vigencia para ver si esto sucedió”.
Con relación al trabajo que viene desempeñando Greenpeace Argentina para concienciar a la población sobre la importancia de la Ley de Glaciares, Giardini detalló algunos aspectos de la campaña que se propuso a través de internet. “Hemos convocado a la gente para que se comunique con los legisladores que todavía están indecisos, éstos han recibido más de 1.000 llamadas, recalcamos que lo hicieran con respeto y sólo expresando su opinión acerca del debate”.
Cambio
El representante de Greenpeace hizo hincapié en el crecimiento de la conciencia poblacional con relación a los temas ambientales, principalmente en los más jóvenes.
En tal sentido expresó: “La preocupación ambiental ha aumentado muchísimo, cada vez hay mayor conciencia y participación, lo ha demostrado la Ley de Bosques con el millón y medio de firmas”.
Greenpeace Argentina trabaja actualmente también en la causa Riachuelo porque afecta a 5 millones de personas y el impulso de una ley de basura electrónica, para lograr que se reciclen las pilas y los aparatos eléctricos y no terminen en basurales a cielo abierto."
El voluntario sostuvo que, en general, “los jóvenes son los que más se comprometen”, sin embargo consideró que existe una franja de adultos que ha comenzado a trabajar “pensando más que nada en sus hijos”.
“Cuanto más jóvenes, más ocupación se observa en los temas ambientales y esto pensando a futuro es algo muy bueno, porque esos jóvenes serán los gerentes o funcionarios públicos del mañana y quienes tomarán las decisiones”.
ADEMÁS
Una organización que trabaja en todo el mundo
Greenpeace nació en 1971 de una forma casi espontánea. Un grupo de activistas antinucleares estadounidenses que se habían refugiado en Canadá para no participar en la guerra de Vietnam, formaron una pequeña organización llamada “Don’t make a wave” (No hagas una ola).
La oficina central de Buenos Aires se inauguró oficialmente el 1 de abril de 1987 (aunque había empezado a trabajar en febrero de 1986), cuando un grupo de voluntarios iniciaron los trámites burocráticos para registrar Greenpeace como Fundación sin fines de lucro.
Hoy Greenpeace Argentina ha logrado no sólo estos objetivos sino también una larga trayectoria en el marco de la defensa del medio ambiente. |
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