Bolivia afronta hoy los efectos del cambio climático en distintas regiones del país como el descenso del nivel de las aguas en algunas de sus principales reservorios, sequía y precipitaciones extremas.
Radio Erbol alertó este viernes acerca del descenso del recurso hídrico en 40 por ciento en la Laguna Colorada, situada al suroeste potosino, probablemente por el incremento de la población de flamencos en el área, pero sobre todo como resultado de las variaciones en el medio ambiente.
Con antelación, la dirección de Hidrografía Naval de Bolivia confirmó una situación parecida en el lago Titicaca, cuyas aguas descendieron a sólo 15 centímetros del nivel límite para declarar una emergencia.
Especialistas explicaron que esto ocurría antes entre ocho y 12 años y vincularon el agravamiento a la ausencia de precipitaciones en la región del segundo lago más grande de Suramérica, luego del venezolano Maracaibo.
También lo asociaron a que los ríos proveedores de agua incumplen con su función por similares causas, como es el caso del Desaguadero, que irriga el altiplano norte boliviano y es el principal afluente del lago Poopó, situado a tres mil 686 metros de altura y único de agua salada en el país.
La reducción de nivel afecta igual a las cuencas hidrográficas del Amazonas, del Plata, y del norteño Beni, caso más preocupante debido a que sus aguas están ocho metros por debajo de lo normal.
Ganaderos del departamento de Beni reportaron pérdidas superiores a los ocho millones de dólares como consecuencia de la sequía e incendios registrados en esa región en los últimos meses
Las pérdidas por muertes de ganado bovino ascendieron a 2,9 millones de dólares, mientras que las de especies domésticas alcanzaron un global de 10 mil dólares, a las que se sumaron otros daños en infraestructura, señalaron.
En el municipio tarijeño de Yacuiba, centenares de familias campesinas y urbanas perdieron su producción agrícola, ganadería y los techos de sus viviendas al menos en 80 por ciento debido a una fuerte granizada registrada el miércoles.
Autoridades locales determinaron en virtud de ello declarar la región como zona de desastre para desembolsar recursos lo más rápido posible y ayudar a las familias damnificadas.
|
|
|