La Universidad Nacional de La Plata fabricó otros tres equipos purificadores de agua contaminada con arsénico para instalarlos en escuelas rurales de General Viamonte, Carlos Casares y Villarino. El purificador diseñado, desarrollado y elaborado por un equipo de investigadores de la universidad ya funciona en un establecimiento educativo de Punta Indio y según las autoridades escolares se obtuvieron “excelentes resultados prácticos y útiles inclusive para la enseñanza de nuestros alumnos”.
Desarrollo e investigación
Después de varios meses de tareas en laboratorio, quedaron terminados y para la puesta en funcionamiento 3 equipos purificadores de agua con capacidad para eliminar los altos contenidos de arsénico, mineral nocivo que puede causar graves problemas de salud, como tumores en la piel o el hígado.
A partir de esta experiencia, se logra abastecer a alrededor de 500 alumnos por escuela ya que con una sola práctica por día se pueden producir 10 litros por persona. De esta manera, se obtiene agua pura para que los estudiantes, docentes y auxiliares puedan beber, regar plantas y para llevarse a su casa para el consumo familiar.
“Estos equipos funcionan como una batidora. Consiste en un tanque de 5.000 litros en el que se coloca agua contaminada con arsénico, arcilla y un agitador. Para hacer arrancar el agitador se necesita de un motor eléctrico que es lo que lo hace girar. Una vez terminado el proceso, el agua sale con menos de 10 pbb (partes por billón) de arsénico, que es el nivel que plantea como satisfactorio la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero que en la mayoría de los lugares con este problema de contaminación supera las 800 ppb. El gasto de energía eléctrica para hacer funcionar el agitador es mínimo. Cada litro de agua cuesta sólo 1 centavo de electricidad. A su vez el geomaterial arcilloso es natural, y al no tener agregados químicos es sumamente económico, porque se usa solo un 10 por ciento de arcilla respecto del volumen total del agua requerida y se puede reutilizar hasta 50 veces”, contó Schalamuk director del INREMI.
Si el proceso se repite dos veces por día se le puede dar también al resto de la comunidad, dijeron los profesionales que trabajan en el proyecto. Si es necesaria una cantidad mayor de agua potable se amplia el modulo purificador, sin mayores gastos.
El método fue desarrollado por un equipo integrado por 15 científicos entre ellos Irma Lía Botto, directora del proyecto y subdirectora del Cequinor (Centro de Química Inorgánica), Horacio Thomas, director del CINDECA (Centro de Investigación y Desarrollo de Ciencias Aplicadas) y Luis Traversa del LEMIT (Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica), además de investigadores de la Planta Piloto Multipropósito (PlaPiMu). Es un mecanismo sencillo, de bajo costo y fácil de usar: en cuatro horas, purifica hasta 5.000 litros.
Los investigadores de la UNLP vienen trabajando en este proyecto desde 2005 y después de varios ensayos comprobaron que al finalizar el proceso, el agua era apta para su consumo, a su vez después de instalar el primer equipo en una escuela agraria del partido de Punta Indio, se terminó de comprobar que este hallazgo además de frenar el envenenamiento progresivo es muy simple de usar.
La Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) concedió al equipo universitario un subsidio para estas cuatro escuelas. Y se encuentran en una instancia avanzada de un proyecto de la Dirección General de Escuelas para armar 50 módulos que se van a instalar en distintas escuelas del interior de la provincia de Buenos Aires.
Los 3 equipos nuevos ya están íntegramente terminados solo falta el traslado a las escuelas y el armado final.
Este proyecto fue declarado de interés provincial por el Senado de la Provincia de Buenos Aires, de interés legislativo por la Cámara de Diputados de la Provincia y la Cámara de Diputados de la Nación.
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