El Senado debatía voto a voto esta madrugada los proyectos de ley de presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y del ambiente periglaciar, en el marco de una encendida, altamente concurrida y tensa sesión, que había empezado a precalentar desde el mediodía en el recinto y también en los pasillos contiguos.
A pesar del lógico desgaste que dejó impresa la maratónica jornada, en la que se sancionaron también leyes de seguridad y la de acceso a la información pública, apenas se soltaron al ruedo las iniciativas para legislar sobre las masas de hielo, potenciales fuentes de agua, los senadores se lanzaron sobre la lista de oradores. Más de la mitad del cuerpo legislativo se anotó para dar su opinión sobre las propuestas que desde el principio desataron la polémica en las provincias cordilleranas por la incidencia casi prohibitiva sobre la actividad minera. En efecto, 38 de los 66 presentes -en total suman 72-, tanto de los distritos del extremo oeste como también de los más llanos, evidenciaron su interés por hablar sobre el tema que ha sobrepasado vehementemente la discusión técnicamente ambiental.
El proyecto original del Senado, que había sido aprobado en septiembre de 2009, se votó en primer lugar, ya que llegó a la sesión con el dictamen de la mayoría de la audiencia «poco convencional» que la Comisión de Ambiente y Desarrollo Humano, que preside el legislador por Misiones, Eduardo Torres, realizó el día anterior.
El gobernador de San Juan, José Luis Gioja; el de La Rioja, Luis Beder Herrera; y el de Jujuy, Walter Barrionuevo, quienes se pusieron a la cabeza del reclamo minero, intensificaron las gestiones políticas a favor del proyecto original del Senado, que aunque no los conformaba del todo, siempre fue considerado «el menos malo». Asimismo, los mandatarios señalaron en más de una oportunidad que el proyecto de ley de Diputados es «inconstitucional» y no tiene en cuenta la existencia de las leyes provinciales de protección de glaciares.
Sólo si no se aprueba el proyecto original se pasa a votar la propuesta que salió de Diputados en agosto de 2010 con modificaciones del legislador de Diálogo por Buenos Aires, Miguel Bonasso. Aunque, en rigor, el texto que llegó a la sesión no es completamente igual al que mandaron desde la Cámara baja (ver recuadro).
Fue el senador Horacio Lores, del Movimiento Popular Neuquino, el primero que puso en evidencia al «elefante rosa» que paseaba por el recinto. Durante la disertación de su par porteño del Frente para la Victoria, Daniel Filmus, quien había representando la propuesta aprobada hace un año con el guiño de Cristina de Kirchner, preguntó por qué se había suprimido el artículo 17 del texto del proyecto de Diputados, que prohíbe a rajatabla la instalación de nuevos emprendimientos productivos hasta tanto no estén finalizado el inventario y definidos los sistemas a proteger.
Apelando a la brevedad que imperiosamente se precisaba para que todos los legisladores expresen sus visiones, el secretario parlamentario de la Cámara, Juan Strada, se encargó rápidamente de justificar el procedimiento que dejó afuera el artículo restrictivo y siguió adelante la sesión. No obstante, quedó suspendida en el aire la cuestión durante el resto de la noche. Los senadores que representan a las provincias cordilleranas, muchos de ellos abanderados del kirchnerismo, insistieron con la sanción del proyecto original de la Cámara alta.
«Cuidemos el medio ambiente, pero no matemos a las gallinas de los huevos de oro», lanzó el sanjuanino César Gioja, en una de sus intervenciones durante el debate. «Recapacitemos, no saquemos una ley que se judicialice», agregó otro legislador de la provincia cuyana, Roberto Basualdo, que adelantó, además, su abstención para las dos votaciones.
En tanto, el jefe del bloque del Frente para la Victoria de la Cámara alta, Miguel Ángel Pichetto, al igual que el senador Eric Calcagno, mostraron claramente preferencia por el proyecto de Diputados.
El socialista Rubén Giustiniani y el radical Luis Naidenoff escuchan al titular de la UCR, Ernesto Sanz, en un momento previo al debate en el Senado.
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