Según informaron desde la Estación Experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), estamos atravesando por el fenómeno meteorológico denominado la “Niña” que trae como consecuencia fuertes sequías. Se estima que la situación crítica continuará hasta enero del año próximo, por lo cual se calcula que habrá una merma de entre el 15 y el 30 por ciento de la producción agropecuaria.
En este sentido, el ingeniero agrónomo Jorge Salomone, coordinador del INTA, dialogó con El Diario y destacó la necesidad de divulgar recomendaciones para los productores, en vías de atenuar las graves consecuencias de la sequía, así sostuvo: “En principio hay una sequía que viene desde el año 2007, tuvo su pico en el 2008, se atenuó como sequía durante el 2009 pero no mucho, y ahora en el 2010 viene con más intensidad. Esto quiere decir que lo que no hay de producción vegetal en la época de primavera, después no se recupera, por más que llueva en octubre o en noviembre, es muy difícil que se recupere una actividad forrajera importante porque hay más calor y más vientos. Entonces ésta es la época de producción y si no tenemos pasto, los animales se resienten, porque además es cuando hay más requerimientos nutritivos porque las ovejas están en la última etapa de la gestación, están concibiendo un animal y tienen más requerimientos, entonces hay un tiempo de mucha seca con mayores requerimientos y estamos viendo que está afectando fundamentalmente a la zona centro y a la costa.”
Respecto de las pérdidas que pudieran ocasionarse por las malas condiciones meteorológicas que trae La Niña, el ingeniero manifestó: “Estamos viendo en las esquilas que hay menos hacienda y una mortalidad importante, esto es un problema. No tenemos calculado cuánto significa en pérdidas el hecho de tener la sequía, pero sí sabemos que hay una merma importante en la actividad, que debe estar entre un 15 y un 30 por ciento, esto viene acompañado en el Departamento de Biedma con que hay más campos que han dejado de producir o están subocupados, es decir que no tienen la intensidad de producción que tenían antes, debido no solo a la sequía sino también a los altos costos de producción que hace que algunos campos medianos dejen la producción, esto también es un gran problema.”
Las recomendaciones
El forraje de todo el año se produce en su gran mayoría entre agosto y septiembre, por ello hay que mirar el forraje que tienen en el campo a fin de diciembre, que es el que va a alimentar la hacienda hasta el próximo inicio de la primavera. Alguna lluvia otoñal puede brindar un plus de forraje, pero que solo servirá para acompañar lo que se haya reservado.
Los pronósticos de corto y mediano plazo indican para la región el ingreso de un fenómeno Niña, que pronostica que continuarán las condiciones de sequía por lo que es necesario tomar decisiones con antelación y seguir con atención la evolución de los próximos meses.
Es decir que la sequía es inevitable, por lo cual la única alternativa que queda a los productores en esta temporada primaveral es adaptarse a la situación y seguir estrictamente las recomendaciones de los profesionales para poder reducir las pérdidas, así Salomone expuso: “Nosotros desde el INTA damos recomendaciones para evitar mayores pérdidas, entre ellas apartar las ovejas que no tienen corderos y sacarlas porque no van a producir, hay que conservar a las que tienen corderos. No hay que quedarse con la hacienda que está vieja en el campo porque esa hacienda consume y como es vieja termina no produciendo, entonces es mejor sacársela y pensar en tener forraje para aguantar la seca, tener forraje para darle a una madre que está criando es importante porque en el tiempo no genera un bache productivo. Tenemos la información de que estamos en una fase Niña y que se va a prolongar por lo menos hasta enero del año que viene, nuestras estimaciones son que la sequía va a continuar, por eso son necesarias las recomendaciones para los productores.”
Entre las recomendaciones del INTA se destaca la necesidad de apartar las ovejas secas, es decir que hay que distinguir entre las ovejas secas y las ovejas preñadas, estas últimas deben enviarse a los mejores cuadros y evaluar la necesidad de suplementarlas, según su estado o condición corporal.
Otra de las sugerencias es pensar qué hacer con los refugios, es necesario no quedarse con los “cueros en el campo”, es decir refugue lo antes posible, no es conveniente especular con el valor de venta o estado de los animales, así también se recomienda que se cambie las ovejas medio diente o diente gastado por fardos, y evaluar la conveniencia de suplementar para engorde.
Es importante ir preparando un banco de forraje para capear la seca, es decir anticiparse al momento de tener que compensar la falta de alimento en el campo, así también es imprescindible enseñarles a comer a los animales, ya que la hacienda está acostumbrada a comer en el campo, en cualquier propuesta de suplementación debe preverse un tiempo de aprendizaje de los animales, para que el alimento que se le da no sea extraño o no le ocasione trastornos digestivos que le causen la muerte.
Puerto Madryn, el gran afectado
El departamento de Biedma, dentro del cual se encuentra la ciudad de Puerto Madryn, es el más afectado por las sequías y puede visualizarse, además, que en Madryn empiezan a haber campos abandonados que producen en menor o nula escala, con lo cual todo culmina en menor producción ovina de la zona. La región del centro de la provincia también se encuentra fuertemente afectada por la sequía que viene con mayor intensidad en esta primavera. |
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