Pese a los reiterados anuncios de mejorar la calidad de agua potable que consumen los habitantes de la provincia, son varios los distritos bonaerenses que denuncian una y otra vez que el agua que consumen no es apta para consumo humano. Preocupados por la falta de soluciones para el alto nivel de arsénico en el agua potable, los vecinos de los distritos como Carlos Casares, 9 de Julio y Pehuajó, Bolívar, Chacabuco y Carhué, relanzaron movimientos para buscar soluciones a un problema que acarrean desde hace años.
Para abastecer a Carlos Casares, 9 de Julio y Pehuajó, ABSA (empresa concesionaria del Estado) instaló en Carlos Casares una planta de cinco celdas para el abatimiento y decantación del arsénico con un elemento que se llama bicloruro de aluminio. Desde esos distritos, aseguran que la celda N° 5 nunca fue puesta en marcha, pese a que fue inaugurada dos veces, y sin esa herramienta, la planta es inoperante.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de esta sustancia por un lapso de entre 5 y 20 años genera una altísima probabilidad de contraer cáncer de vejiga, riñón, piel, cutáneos y pulmón, como así también diferentes enfermedades en los pies. Esta entidad, además, sugirió como límite aconsejable el de 0,01 miligramo de arsénico por litro, mientras que el Gobierno nacional modificó en 2007 el Código Alimentario, estableciendo que en todo el país y a partir del año 2012 deberá regir ese tope del 0,01. Actualmente, el límite es 0,05.
En Pehuajó, Marta Girasole- miembro de la Comisión por el Agua- dijo a DIB que “la situación está igual que hace 10 años, no mejora ni la calidad, ni la cantidad de agua que se consume”. Y agregó que la comisión se reúne todas las semanas y pese a que los encuentros se realizan en el Municipalidad, “no cuenta con apoyo político del jefe comunal Pablo Zurro ni del Concejo Deliberante”. Además indicó que “aunque no tenemos estadísticas de la cantidad de casos, sabemos que muchos vecinos se han enfermado y se siguen enfermando”.
En Bolívar, Oscar Borrego, del Grupo “Agua, Salud y Vida” aseguró a esta agencia que los niveles de arsénico alcanzan entre 0,07 y 0,09 miligramos y que hay una iniciativa recientemente aprobada en el Concejo Deliberante para que se brinde agua potable en bidones para el consumo de los vecinos “pero todavía no logramos que se aplique”.
En 9 de Julio, la contaminación del agua potable de red, que controla ABSA, por los altos niveles de arsénico, por lo que los vecinos también conformaron una asociación civil con representantes de las instituciones intermedias, para combatir el problema de la contaminación y convocar al poder político, la empresa, el sindicato del agua y el propio gobierno provincial.
En Bragado, un informe presentado esta semana indica que si bien el agua está dentro de los parámetros que permite actualmente el Código Alimentario, los niveles de arsénico y nitrato se encuentran al límite (0,048 mg por litro y 45 mg por litro), por lo que dirigentes de Unión-PRO le reclamaron al Ejecutivo que realice informes periódicos para tranquilizar a la población.
Por el lado de Chacabuco, también la preocupación va en crecimiento. Un grupo de alumnas que presentarán en breve un trabajo en la Feria Provincia de Ciencias y Técnicas, le pidieron al Concejo Deliberante que avance en la instalación de medidores de agua y una planta de tratamientos para reducir los niveles de arsénicos.
Hacia el oeste de la provincia, en Carhué, partido de Alsina, también se detectaron en las últimas semanas números preocupantes. El nivel de arsénico allí es de 0,025 mg por litro, por debajo de lo permitido en la provincia, aunque lejos de lo recomendado por Organización Mundial de la Salud y el Gobierno nacional, que es 0,01.
INICIATIVA PROVINCIAL
El diputado provincial, José Bucca, presentó un proyecto de ley en la Legislatura provincial –que ya fue aprobado en las comisiones de Salud, Ecología y Medio Ambiente y Legislación- que establece como eje central la articulación entre los distintos organismos de la Provincia con competencia en la materia como el Organismo de Control de Aguas Buenos Aires, la Autoridad del Agua, el Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural, y el Ministerio de Infraestructura.
Según explicó a DIB el legislador, “se pretende crear un fondo provincial para darle al Gobierno una herramienta para un tratamiento específico de abatimiento de arsénico y otros elementos contaminantes del agua para consumo”.
El legislador de la séptima sección expresó que “con este proyecto lo que buscamos es acondicionar la cantidad de arsénico, que no pase de 10 microgramos por litro de agua, que es lo que determina la Organización Mundial de la Salud, medida que ha sido incorporada por las normas nacionales en el año 2007. Esto es difícil de lograr pero lo importante es empezar a trabajar para ello”.
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