Río Negro buscará sacar provecho a la inversión privada de Lago Escondido que proyecta un central hidroeléctrica sobre el río de igual nombre. Se pretende desde el Estado que la empresa tome a su cargo el tendido de una línea alta tensión calculada en tres millones de dólares, y en forma coincidente, la Provincia podría impulsar un trámite de promoción agropecuaria para la zona de El Bolsón. Estos beneficios se sumarían a la promesa de un pago por canon del 12% de la facturación bruta que genere el aprovechamiento.
Estas posibilidades surgieron en el marco de una presentación que la firma hizo en esta capital, oportunidad en que trascendió de fuentes oficiales que esta iniciativa estaría en condiciones de generar un saldo dinerario de nueve millones de dólares.
En cuanto a otros beneficios para la región, de la firma se mencionó que "serán indirectos" porque hoy gran parte de la zona de El Bolsón tiene una generación cara de energía con equipos termoeléctricos que afectan el suministro del gasoducto. Además, los rionegrinos a través de la tarifa de Edersa están pagando un sobrecargo para compensar el alto costo en ese sector.
El DPA y el Consejo Provincial de Ecología y Medio Ambiente ya recibieron el pedido de aprobación. Tras el dictamen, la concesión debe contar con el aval de la Legislatura rionegrina.
La empresa expuso ante parlamentarios, empresarios y representantes de colegios profesionales los pormenores del emprendimiento.
Se contempló que Lago Escondido incluya el tendido eléctrico entre la estación transformadora y El Bolsón, y legisladores presentarán un proyecto complementario con un beneficio del 40% a las actividades agropecuarias. Así surgió del intercambio con personal de desarrollo técnico y ambiental del proyecto.
La presentación estuvo a cargo del presidente del directorio, Nicolás Van Ditmar, el ingeniero Carlos Formica, el licenciado Carlos Beros, y el asesor legal José Luis Bianco.
Tanto Formica como Beros insistieron en que el futuro aprovechamiento hidroeléctrico tiene todas las garantías de respeto por el medio ambiente, y que el "peor escenario de impacto es que la obra quede inconclusa".
Señalaron que si bien puede haber un cambio de ritmo en el río, se puede reducir el impacto garantizando que las especies no se vean afectadas utilizando un flujo de escurrimiento de siete metros cúbicos por segundo y dejando un metro más como "caudal ecológico".
El resto del impacto se remitiría al zanjeo para la tubería cuya cicatriz tendría una remediación en el curso de un lustro, en tanto que no se vería afectado el arbolado en gran número. Se comprometieron a un plan de monitoreo del Area Natural Protegida.
En cuanto al encuadre regulatorio, Bianco abrigó la esperanza de que los organismos técnicos recomienden la factibilidad de la concesión, tras lo cual invitó a los presentes a visitar las instalaciones de Lago Escondido para "despejar dudas".
Tubos en lugar de un embalse
Esta fuente energética cuenta con un diseño que no tiene embalse como la que se realiza en las centrales ubicadas en represas de llanura.
Contará con un derivador de agua mediante una tubería de conducción en un desnivel de terreno de 260 metros de altura. Esa tubería tendrá un diámetro interno de 80 centímetros y una longitud de 800 metros para llegar a la cámara de carga. Otro conducto de 500 metros de largo, denominado tubería de desagote, tendrá otra caída sobre arroyos naturales hasta donde será emplazada una pequeña central hidroeléctrica de paso, que tendrá una duración de 50 años de vida útil.
Todo el circuito hidráulico del río Escondido tiene previsto una inversión de cerca de 34 millones de dólares permitiendo la generación de 14 MW. La obra demandaría unos tres años de construcción a raíz de la veda climática de la zona Andina. De esta manera, se ratificaron algunos anuncios formulados por la empresa durante la audiencia pública de El Manso concretada el 2 de setiembre pasado en la escuela 213.
Existe una notoria diferencia con las características y costos de la otra central que se construye en Río Negro, la de Salto Andersen, pagada por el Estado. Aun con las diferencias geográficas y de diseño, llama la atención que Salto Andersen -en la cual la represa ya está construida- insumirá al final casi 130 millones de pesos para generar 7 MW de energía. Este complejo tendrá un salto de 7,5 metros, con un uso de caudal de 60 metros por segundo, y generará 7 MW. La presa de río Escondido, con casi igual costo, generará el doble.
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