El empresario y operador fluvial Jan Van Hoogstraten, un hombre de la Hidrovía Paraguay -Paraná, bien conocido, acaba de ser electo en reciente asamblea realizada en Asunción, presidente de la Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata. Es uno de los impulsores de la Hidrovía Paraguay-Paraná e incansable y vigoroso promotor de la causa del transporte fluvial que sin desmayo desde entonces procura optimizar.
Al asumir la presidencia, Jan Van Hoogstraten ofreció un mensaje proactivo a los asociados y a quienes están vinculados al sistema hidroviario llamando la atención sobre dos temas bien importantes y hasta vitales como son la formación y capacitación del personal embarcado y el dragado y balizamiento del sistema.
Sobre el primer tema dijo que "vemos que la cantidad de tripulantes necesaria para tripular las actuales embarcaciones ya no es suficiente y la formación y capacitación del personal embarcado prácticamente no existe en ninguno de los países".
Refiriéndose a las profundidades dijo que el tramo donde están las mayores dificultades es de Asunción al Río Apa y que para dejar ese tramo navegable los doce meses al año con diez pies, serán necesarios treinta millones de dólares. "Este es el precio de dos convoyes, entonces problema de dinero no es, lo que falta son acciones coordinadas entre los cinco países". Sobre el estado técnico de las barcazas adelantó que los armadores están trabajando activamente para su reparación pero la solución definitiva llevará tiempo y una inversión de 250 millones para la reparación de mil barcazas.
En otra parte de su exposición Jan Van Hoogstraten dijo que "el estudio técnico para permitir el aumento de las actuales dimensiones de convoyes en aguas brasileñas está en su etapa final y esperamos que este verano podamos agregar más barcazas a nuestros convoyes para poder transportar la misma cantidad de carga con la misma potencia de empuje y evitar interrumpir la navegación por la limitación de carga".
DEMORAS EN BOLIVIA. Luego se refirió a la demora que sufren las barcazas en Bolivia. "No es posible que lleve más tiempo un simple trámite aduanero y de fitosanitario que cargar un convoy. Para Uruguay solicitamos que en forma urgente se habilite uno o más amarraderos de barcazas en Nueva Palmira, pues el actual de La Paloma situado enfrente, en aguas argentinas, no ofrece la seguridad deseada y pueden sobrevenir accidentes".
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