El Consejo de Derechos Humanos de la ONU afirmó que el derecho al agua y el saneamiento está incluido en los tratados vigentes de garantías fundamentales por lo que los Estados tienen la responsabilidad de asegurar a los ciudadanos su ejercicio y goce pleno.
En una resolución adoptada por ese órgano de Naciones Unidas se subraya que ese derecho es igual a todas las otras garantías fundamentales y como tal debe respetarse.
Tras el pronunciamiento del Consejo, la experta independiente sobre ese derecho, Catarina de Albuquerque, hizo hincapié en que al declararse vinculante, a partir de ahora existe una mayor responsabilidad de promover y proveer esa garantía a todas las personas.
“Esta decisión marca un hito porque tiene la potencial para cambiar la vida de miles de millones de seres humanos que aún carecen de acceso al agua y la sanidad”, dijo de Albuquerque.
Según datos de la ONU, cerca de 900 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable y más de 2.600 millones carecen de las condiciones más básicas de saneamiento.
Además, 1,5 millones de niños menores de cinco años mueren cada año por enfermedades relacionadas con esa falta de servicios. |
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