El fantasma de la falta de lluvia no sólo preocupa al sector agrícola. Su, consecuencia, la bajante del río Paraná (que a la altura de la capital entrerriana alcanza los 2,05 metros), alarma a los pescadores artesanales e industriales entrerrianos, quienes estiman que la bajante del río permitirá la continuidad de la actividad pesquera durante octubre, aunque no sin dificultades, pero que hacia noviembre obligará a la declaración de la veda por la inexistencia de presas de tamaño apropiado y el impacto que tendrá sobre el río la continuidad de la pesca.
Los pescadores Pascual Rubín, Alfredo Camuglia y Ramón Coquín Garcilazo, en representación de los trabajadores del rubro nucleados en la Cámara de Pescadores, Barqueros y Afines de Victoria se reunieron el viernes con el intendente de la localidad, César Garcilazo para brindarle detalles de la situación y plantearle que en caso de darse la escasez de ejemplares de medida adecuada, habrá que gestionar los fondos de compensación por la declaración de la veda.
Desde mayo
El fenómeno de La Niña se instaló en la región desde mayo y se extenderá, por lo menos, hasta abril de 2011. Se trata de un evento climático que indica que habrá lluvias por debajo de lo normal. Los meses más complicados serán diciembre (segunda quincena) enero y febrero (principalmente en la primera quincena).
Habitualmente el gobierno de la Provincia implementa una veda de la pesca del sábalo durante la segunda quincena de diciembre y por el lapso de 45 días, en el período reproductivo de los animales y para proteger el recurso. En el caso de Santa Fe, la veda pesquera se inicia los primeros días del último mes del año.
Para saber si existe la posibilidad de adelantar la fecha de la veda de la pesca, UNO se comunicó con Claudio Ledesma, subsecretario de Planificación del Desarrollo y la Producción de la Provincia. Según indicó el funcionario, el 12 y 13 de octubre se reúne en Buenos Aires la Comisión de Pesca Continental del Consejo Federal Agropecuario en Buenos Aires. “Vamos a llevar esta inquietud de los pescadores, si bien ellos aún no han presentado nada formalmente. Lo voy a plantear para que se analice técnicamente cual es la situación del río y si conviene o no vedar con anticipación”, explicó.
En el caso que la comisión resuelva que es necesario vedar y se cuente con el respaldo técnico de que los biólogos de la entidad lo constaten y afirmen, “haremos el planteo formal para pedir los fondos para adelantar algún subsidio si se declara la prohibición”, señaló.
Ledesma aseguró que estuvieron observando los puntos de desembarques del pescado, y que actualmente se está pescando todavía y hay buena cantidad de sábalos. Tanto es así –especificó– que ahora está saliendo un adelanto de los cupos que quedan pendientes para el 2010, en función de que los frigoríficos están agotando los cupos que les habíamos dado.
“Si las condiciones biológicas indican que hay que preservar los reproductores entonces analizaremos la posibilidad de adelantar la veda”, aclaró el funcionario.
También manifestó no recordar alguna ocasión en que haya sido necesario definir a nivel gubernamental la veda pesquera a raíz de la falta de agua. “Se han producido vedas naturales, ya que no hay peces porque los mismos buscan siempre aguas profundas”.
Hasta hoy, equilibrio
El subsecretario de Planificación del Desarrollo y la Producción de la Provincia expresó que hasta el momento existe un equilibrio entre los pescadores, acopiadores y frigoríficos porque todos han podido trabajar y obtener rentabilidad.
Además –dijo– se respetó el precio sostén que se impuso para la venta del sábalo. “Hicimos controles sobre eso y vemos que no sólo se respetó el precio del sábalo, es más hoy se está pagando más de lo que se había acordado que era 1,50 pesos por kilo. Las empresas están abonando 1,70 pesos por kilogramo y en algún momento llegaron a pagar 1,90”, indicó.
Añadió que el viernes estuvo en el puerto de Victoria, reunido con representantes dos de las cuatro empresas frigoríficas, una local y la otra de Diamante y con varios acopiadores. “Estábamos controlando los precios y además investigamos si se continúa pescando la tararira, que por suerte notamos que se cortó bastante. La tararira es una especie que no se podía exportar, entonces los trabajadores del sector presionaban para obtener cupo”, contó.
En esta reunión fue donde los pescadores presentes le plantearon al funcionario su preocupación por lo que sucederá en los próximos meses. “Fue allí donde corroboramos que el sábalo está saliendo, aunque no en las cantidades que estaba saliendo anteriormente. Hasta hoy la cantidad que se pesca garantiza el equilibrio del sistema”, señaló.
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