La sequía, la mala administración de recursos y la contaminación han acarreado como consecuencia que la escasez de agua dulce se convierta en una urgencia global. Actualmente 884 millones de personas en el mundo carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones no tienen acceso a sistemas sanitarios adecuados. Cada año más de 3 millones y medio de personas mueren por enfermedades transmitidas por agua contaminada.
El pasado 28 de julio la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derecho humano esencial. Por primera vez se incluye dentro de los derechos humanos una temática ambiental. La resolución fue adoptada a iniciativa de Bolivia, con el voto favorable de 122 países y 44 abstenciones.
Al respecto, el diputado Agustín Portela afirmó que “los argentinos y los latinoamericanos no le damos el valor suficiente a estas cuestiones porque es un material abundante en nuestros territorios. Latinoamérica es un reservorio ecológico, fuente de alimentación y de agua importantísima, y eso nos hace perder la visión de que hay países que no tienen agua potable, o que no tienen agua directamente”. Por otra parte, destacó que la imposibilidad de acceso al agua potable se va a ir extendiendo y “va a afectar a nuestra región”, ya que la población aumenta, y por ende, las posibilidades de contaminación también. Esta declaración, según el legislador, nos invita a reflexionar acerca de la importancia que tiene el agua potable en nuestra región, y a tomar conciencia acerca de determinados elementos como el caso particular del Acuífero Guaraní.
Un reservorio estratégico
Compartido por Brasil (70%), Argentina (19%), Paraguay (6%) y Uruguay (5%), el Acuífero Guaraní constituye una de las reservas subterráneas de agua dulce más grandes del mundo (ocupa una superficie de 1.190.000 kilómetros cuadrados), y un futuro blanco de disputa a nivel internacional. El Banco Mundial es actualmente el que se ocupa del estudio del acuífero. Esto se debe a que los gobiernos de los países que lo comparten no le brindaron respuestas al pedido de fondos solicitados por las universidades para realizar un estudio completo del acuífero. Por ese motivo es que en el año 2003 lo entregaron al Banco Mundial, que responde a los países del primer mundo.
Al respecto, el diputado Portela aseguró que si el Banco Mundial se ocupa del Acuífero Guaraní es porque “tiene una importancia superlativa, y nosotros los latinoamericanos no nos estamos dando cuenta”. Destacó a su vez la relevancia de que los países que conforman el acuífero tomen medidas legales para protegerlo: “Muchos países no le dan la importancia suficiente con respecto a lo que puede significar en el futuro el Acuífero Guaraní. Nosotros como legisladores nacionales tenemos que empezar a trabajar mucho más sobre esta cuestión, porque hay un vacío legal muy grande”.
En el caso de Corrientes, en el año 2004 se sancionó la Ley 5.641 que reafirma la plena jurisdicción de la provincia sobre las aguas subterráneas que conforman el Acuífero Guaraní en su ámbito territorial, en concordancia con lo que establece la Constitución Nacional. “Nosotros dimos un paso adelante con respecto a otras provincias y a otros países. Lo importante es seguir trabajando en ese sentido y que las asociaciones independientes del Estado, sigan velando por esto ya que son las que le ponen el alerta a los gobiernos”, declaró el diputado.
Hoy en día, los proyectos de las empresas transnacionales que saquean los recursos naturales y destruyen el medioambiente están creciendo a pasos agigantados en América Latina. El objetivo de esta explotación recae en obtener grandes ganancias económicas como en el caso de la minería y la agroindustria a través de los monocultivos. La aplicación de políticas neoliberales por parte del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial establecen un escenario propicio que favorece esta situación.
Frente a las versiones que circulan hoy en día con respecto al peligro que representa que un organismo internacional como el Banco Mundial, este a cargo de realizar el estudio completo del Acuífero Guaraní, Portela aseguró que “eso no quita el ejercicio de soberanía de un país. Ni los uruguayos, ni los brasileros, ni los paraguayos, ni nosotros los argentinos vamos a rescindir de nuestra soberanía y del ejercicio de poder que tenemos sobre nuestros recursos naturales”.
La muerte del río Paraná
Una lucha que el diputado Portela lleva adelante hace muchos años es la protección del río Paraná. “El descontrol y la muerte lenta que le estamos haciendo al río Paraná son muy graves y el Estado no se da cuenta”, aseguró. El funcionario fue autor en su momento de la ley de Corrientes donde se le exigía a todos los municipios ribereños a hacer tratamientos de aguas cloacales. “Hoy prácticamente el 99 % de las ciudades que están sobre el río Paraná no tienen tratamientos de aguas cloacales. Me disgusta cuando se trabaja sobre las cuestiones mediáticas, como Botnia o el proyecto Ayuí, cuando realmente estamos matando al río Paraná que es una fuente no solamente de agua, sino también de proteínas”; y continuó afirmando que “mucha gente en Capital Federal o las grandes ciudades se preocupa por estas cuestiones y no hacen absolutamente nada para recuperar, por ejemplo, el Riachuelo. Hay una falta de conciencia en la protección. No solamente hay que pensar como ecologista, hay que vivir la ecología, para que no se transforme en una cuestión de marketing o mediática y hacer un ejercicio real de la protección”.
Con respecto a lo que sucede en el río Paraná, señaló que no se está tomando ninguna medida al respecto y resaltó que el año pasado la Presidencia de la Nación autorizó la exportación de peces del río, “cuando todos sabemos que hay un vaciamiento muy grande del Paraná. Las redes de las costas santafesinas y las redes de las costas entrerrianas son grandísimas”.
La piscicultura constituye hoy en día un elemento mundial que provee de proteínas de criaderos de peces en todo el mundo. “En Japón, por ejemplo, un plato de criadero de pescado es mucho más caro que del mismo pescado traído del mar, porque a los japoneses les garantiza la no contaminación. Realmente hay un estado de conciencia muy grande, que a nosotros nos falta mucho”, comentó.
Portela se define como un ‘protector’: “No veo que se inviable una pastera o cualquier emprendimiento de este tipo, en tanto y en cuanto se establezcan los controles suficientes y que garantice la calidad de la vida de la zona donde se realiza y el sostenimiento del sistema para las futuras generaciones. No podemos morirnos de sed por no contaminar el agua”. Señala que los ecologistas ven que los sistemas de control del Estado son muy deficitarios, entonces esto hace que se dediquen exclusivamente a la conservación.
“Latinoamérica en su contexto general tiene recursos naturales para alimentar al mundo. Me preocupa que en los países de la región no se da esa discusión. En los distintos foros internacionales se vienen hablando estas cuestiones con un diagnóstico real, pero las acciones políticas de nuestros gobiernos muchas veces no van acorde con las discusiones que se han dado en el Parlamento Latinoamericano”, afirmó.
El trabajo en la Comisión de Seguimiento de las Represas
Este año la Cámara de Diputados de la Nación constituyó la Comisión de Seguimiento de las Represas Yacyretá, Corpus, Garabí y Troncador, de la cual Portela es vicepresidente. El trabajo de esta Comisión es independiente del funcionamiento que tienen las otras comisiones del Congreso, ya que en este caso particular no hay dictamen. Es una Comisión que hace un seguimiento de la ejecución de los distintos planes que se han acordado en un determinado momento.
En relación a las temáticas que actualmente se están desarrollando, Portela comentó que “en este momento estamos trabajando en lo que es el control del sistema de defensa de la ciudad de Posadas, y el Gran Posadas, debido a que la cola del lago ha aumentado y ya está prácticamente en la ciudad”. Como consecuencia, se producen inundaciones en muchos lugares ribereños donde existen barrios, pero algunos de ellos han sido erradicados totalmente. Esto, según el diputado, va a establecer un ambiente distinto de lo que fue Posadas. “Independiente del efecto negativo que se dice que conlleva la cuestión de las represas, a su vez da un efecto social muy importante, como la reeducación de las villas trasladadas. Siempre se pierde algo y se gana algo. Lo importante es que es parte de la generación de energía para el país, y todos sabemos que la generación más limpia de energía no contaminante sigue siendo hasta ahora la hidroeléctrica”, finalizó el correntino.
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