El famoso lago Ypacaraí, emblema de la promoción turística de Paraguay, es foco de atención por la acelerada contaminación de sus aguas.
Cuando faltan dos meses para el arranque de la temporada veraniega, el estado del Ypacaraí genera inquietud por el peso que tiene en el turismo interno, especialmente en el municipio de San Bernardino, a 48 kilómetros de la capital.
El principal atractivo de San Bernardino, que ostenta el título de ciudad veraniega, es este lago de unos 90 kilómetros cuadrados que dejó de ser azul, como lo evoca la canción “Recuerdos de Ypacaraí”.
“Si bien hace tiempo se trabaja con los municipios locales en la tarea de disminuir la contaminación, los desechos siguen llegando”, dijo a Tierramérica el fiscal del Medio Ambiente, José Luis Casaccia.
El lago está rodeado de por lo menos 10 ciudades en los departamentos Central y Cordillera, en la región sudoriental del país.
Lo común de esas urbes es que no tienen saneamiento y sus aguas servidas van sin tratamiento a los cursos de agua cercanos, como los arroyos San Lorenzo y Jukyry, y a los humedales de la zona.
En esta época, además, proliferan las algas verdes en las orillas.
“La presencia de algas es producto de la sobrealimentación y la falta oxígeno que tiene el lago, debido a la exagerada acumulación de lodo y sedimentos cloacales”, explicó Casaccia.
En 2005, la Fiscalía Ambiental detectó un centenar de industrias con actividades que afectaban al Ypacaraí, que fue declarado parque nacional en mayo de 1990.
Pero la protección no logró detener el impacto de la urbanización, las industrias sin infraestructura adecuada y el turismo en lugares como San Bernardino y Areguá.
Para Casaccia, ex ministro del Ambiente, se requieren medidas drásticas. Pero las autoridades municipales no ven el asunto con tanta premura.
El intendente de San Bernardino, Berna Espinoza, señaló a Tierramérica que la situación del lago no reviste gravedad.
“Esto siempre fue así, las algas, por ejemplo, aparecen por el calor del ambiente, suben a la superficie por el calor del sol. No son tóxicas, como se dice”, indicó.
Gustavo Florentín, presidente de la Fundación Conciencia Ambiental del Paraguay, advirtió sobre el uso productos de limpieza, como detergentes con determinados componentes, que van a parar al lago.
“El aspecto verduzco de las aguas se debe a la excesiva presencia de nutrientes por el derrame de desechos domiciliarios e industriales, con alto contenido de tripolifosfato de sodio, en la cuenca del lago”, dijo Florentín a Tierramérica.
Esto eleva la concentración de nitrógeno y fosfato, disparando la presencia de organismos como las algas.
No han faltado los planes para recuperar al Ypacaraí, inclusive concebido por expertos extranjeros.
“Siempre hubo el inconveniente de la contrapartida local”, dijo Casaccia. El Estado debía aportar unos 10 millones de dólares para una estrategia de recuperación cuyo costo total era de 60 millones de dólares.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones presentó en agosto un proyecto para la recuperación y saneamiento de la cuenca del lago, que será financiado por la corporación coreana Samsung, como parte de su política de responsabilidad social empresarial. El costo de esta iniciativa es de cinco millones de dólares.
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