“Es un empiece”, dijo Alejandro Soloa, uno de los 13 puesteros que recibieron ayer, por subsidio derivado de Desarrollo Rural de la Nación, bombas de agua que funcionan con energía solar y que les permitirán mejorar las condiciones de los campos casi desérticos en los que viven.
Los habitantes de los puestos La Verde, Las Lomitas, La Pichana, El Puntiagudo y Las Torrecitas, además de las nucleados en Familias Unidas, todos ubicados en las zonas más alejadas y desérticas de los distritos sanmartinianos Nueva California, El Divisadero y Montecaseros, fueron beneficiados ayer con la entrega de estas bombas de origen danés y equipadas con paneles solares que permiten su funcionamiento.
“Vamos a ver si funciona”, dijo un tanto descreído de la nueva tecnología Jorge Calderón, quien vive en el puesto La Verde y que en un par de semanas cumplirá 90 años. Su padre le enseñó, y él a sus hijos, cómo tirar el balde al pozo, hacerlo girar con un cimbronazo seco para que se vuelque y se cargue de agua y luego tensar la soga y hacerlo subir hasta poder tomarlo de la manija. Así, una y otra vez, incansablemente, para darles de beber a las cabras y chivos y poder abastecer también a la familia.
Cómo es el beneficio
Allá, donde viven don Calderón y las otras 12 familias, no llega la luz, ni el riego, ni nada.
Ayer, entre el recuerdo del intendente Jorge Giménez de su abuelo Florencio y cómo crió a sus 10 hijos en medio de la nada, allá en la puntana zona de San Jerónimo, marcó que “esto no es una ayuda, es un acto de justicia para ustedes, los que viven patria adentro y son la esencia de este país”.
Cada puestero recibió un subsidio de $13.500 para pagar la bomba solar que funciona sumergida en el agua. El 60% de ese monto fue aportado por la Secretaría de Agricultura Familiar y el resto lo puso el Municipio.
La situación de los puesteros dedicados a la cría de ganado caprino pretende ser mejorada a través de las bombas Grundfos que serán instaladas por la firma Botino.
Se espera que esto permita una suba del caudal de agua con el fin de mantener, aumentar y mejorar la producción caprina en la zona norte de San Martín.
Desde hace cinco años se registraron extensos períodos de sequía en esa área y los puesteros de estos distritos sufrieron pérdidas importantes de ganado que, en algunos casos, rondaron el 30% y disminuyeron la calidad de ganado sobreviviente.
Rolando Zalazar, de la Subsecretaría de Desarrollo Humano del Municipio, agregó que la intención es trabajar con el INTA y los programas agrícolas provinciales para que los puesteros desarrollen la producción de huertas propias paralelas a los espejos de agua con los que podrán contar a partir de la instalación de estos aparatos.
Las bombas de agua, con un concepto de energía sustentable, impulsarán la economía de estas familias puesteras, basada en la cría de cabras fundamentalmente en esa zona.
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