Los fluidos tóxicos provocados por el vertido de barro rojo tras la ruptura de una balsa con residuos de aluminio en Hungría han llegado al río Raba, afluente del Danubio. Los equipos de emergencia tratan esta mañana de reducir el vertido en este río para evitar que llegue a una de las mayores vías fluviales de Europa. Pero según la subdirectora de la Dirección General de Desastres de Hungría, Reka Becz, aunque la situación parecía controlada, con los últimos datos que sitúan un grado de acidez de 9,3 en la confluencia del Raba y el Danubio, algo de contaminación está llegando al gran río europeo.
En la escala de acidez que va de 0 a 14 la vida se mueve siempre en las zonas centrales, lo más cerca del pH neutro, el 7. Los dos extremos (ácido o alcalino) son igual de peligrosos. El primer día el lodo tóxico alcanzó un pH de 13. El grado detectado va bajando y en la confluencia con el Danubio marcaba esta mañana 9,3. Según el portavoz del Servicio de Desastres, Tibor Dobson, el vertido tóxico ha causado la muerte de peces en el río Marcal, el primero que resultó afectado por la contaminación, que comenzó el pasado lunes con la rotura de una balsa de residuos de una planta privada de aluminio y que provocó una inundación que ha barrido 40 kilómetros cuadrados entre tres condados (Veszprém, Györ-Moson-Sopron y Vas). No se han registrado peces muertos en el Raba, según Dobson.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha asegurado hoy que "no se puede vivir" en la zona del desastre. Orban, que está visitando los pueblos afectados, ha dicho que habrá que cercar y aislar las zonas más contaminadas de Kolontar, uno de los pueblos arrasados por la ola tóxica.
El vertido se inició el pasado lunes con la rotura de un dique que almacenaba barro rojo, una sustancia química tóxica,alcalina y corrosiva, en una empresa de aluminio cerca de la localidad de Ajka (160 kilómetros al oeste de Budapest). El vertido ha causado al menos cuatro muertos y 132 heridos. En la relación de damnificados, hay dos causas. Las víctimas mortales parece que lo han sido por ahogamiento. Las otras pudieron resultar afectadas por el contacto con el contenido del depósito.
La compañía propietaria de la fábrica de aluminio, Hungarian Aluminium Production and Trade Company estudia si la causa de la rotura de la balsa fue debida a un error humano, aparte de a un aumento de la cantidad de líquidos retenida por las lluvias recientes. Las autoridades han ordenado a la empresa que detenga la producción de aluminio.
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