La contaminación de lodo rojo, la sustancia tóxica derramada días atrás en Hungría, ha llegado ya hasta el río Danubio, aunque la concentración de metales pesados en las aguas es muy reducida y el riesgo de contaminación más bajo.
Así lo anunció hoy la portavoz de la Oficina de Catástrofes, Gyorgyi Tuttos, que explicó que el pH del agua contaminada ha bajado desde el valor 13 de ayer, incompatible con la vida, hasta 9, más cercano al punto de inocuidad.
Al producirse el vertido, la contaminación alcanzó el río Marcal, de donde se desplazó hasta el río Raba y así ha llegado hoy hasta el Danubio, según anunciaron las autoridades al realizar mediciones del ph del agua, una escala de 0 a 14 que mide la acidez o la alcalinidad de los líquidos y que se usa para detectar la contaminación de este lodo rojo.
En tanto, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció hoy su pedido de ayuda a la Unión Europea para combatir el desastre ecológico.
"Para este tipo de situaciones la UE cuenta con unos fondos a los que tenemos derecho", comentó Orban durante una visita a Kolontar, uno de los pueblos más afectados por el derrame tóxico.
El jefe de gobierno, a la vista de la situación sobre el terreno, reconoció las dimensiones de la catástrofe diciendo: "Aquí ya no se puede vivir más".
Cuatro personas murieron y cientos de casas fueron destruidas por el lodo rojo, un residuo tóxico proveniente de la fabricación de aluminio. Kolontar es una de las localidades más cercanas a la balsa donde se encontraban almacenados millones de metros cúbicos de esa sustancia hasta el momento de su rotura el lunes pasado.
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