La marea de lodo tóxico rojo que se fugó de una planta de aluminio en Hungría recorrió 70 kilómetros y, tras pasar por 7 localidades y dejar 150 heridos, 13 desaparecidos y 4 muertos, llegó al Danubio, amenazando aún más el ecosistema.
Dos mujeres, un joven y un niño de 3 años murieron en Hungría a causa de una catástrofe ecológica sin precedentes que obligó a que se decretara el estado de emergencia en tres condados. El líquido que se expande es deshecho de la producción de aluminio, contiene metales pesados y es tóxico si se ingiere.
Más de un millón de metros cúbicos del barro rojo y tóxico fluyen desde que el lunes se rompió un dique que lo contenía en una fábrica ubicada en Ajka, una ciudad que queda 160 km al suroeste de Budapest. El barro atravesó siete comunas, arrastrando coches, inundando casas y obligando a cientos de sus habitantes a trasladarse hacia otros lugares. Los 150 heridos se quemaron cuando tomaron contacto con el lodo, que atravesó su ropa.
El primer ministro húngaro Viktor Orban se trasladó a la zona del desastre y visitó las comunas más afectadas, Kolontar y Devecser. Aún se desconocen las causas de la falla del depósito, que había sido inspeccionado hace dos semanas y no se detectaron irregularidades.
Los que viven en las zonas afectadas sostienen que es imposible remover el barro tóxico. También anunciaron insuficiente la indemnización de US$ 550 que ofreció a cada uno la administración de la planta, la Mal S.A., por lo cual presentarán una denuncia colectiva.
La llegada del vertido al Danubio, el segundo río más largo de Europa después del Volga, fue anunciada por el jefe regional de los servicios anticatástrofes Tibor Dobson.
"Puedo confirmar que hemos comprobado pérdidas esporádicas de peces; es cierto (...), en el brazo principal del Danubio", indicó Dobson. "Los peces muertos fueron observados en el lugar donde el río Raab desemboca en el Danubio", precisó.
El experto explicó que las pruebas de agua analizadas en la confluencia del Raab con el Danubio muestran "una tasa alcalina superior a la normal, entre 8,96% y 9,07%", cuando la habitual es de 8%.
"Para salvar el ecosistema del Danubio, el nivel de PH debe ser disminuido a 8, en una escala de 14", recalcó Dobson, recordando que poco después del derrame sin precedentes en Hungría el nivel de la contaminación en el Torna era de 13,5.
El Torna es un riachuelo que transportó el lodo tóxico al río Marcal, cuyo ecosistema se destruyó por la contaminación: "El Marcal recibió su condena a muerte cuando el lodo rojo fue vertido por el riachuelo Torna", anunció Dobson. "Todo el ecosistema del río Marcal quedó destruido, porque el nivel de alcalinidad muy elevado mató todo (…). Todos los peces murieron y tampoco hemos podido salvar la vegetación", agregó.
En lo que refiere a la contención, están construyendo un muro de protección de tres niveles en torno a la zona dañada.
Además, un equipo de construcción militar trabaja en Kolontar tratando de montar un puente de pontones para que los residentes puedan regresar brevemente a sus hogares para recuperar algunas pertenencias. El ministro del Interior, Sandor Pinter, dijo que se han desplegado guardias en el lugar para que avisen en caso de una nueva emergencia.
El jefe de la Policía, Jozsef Hatala, decidió asumir la investigación de la causa debido a su importancia y complejidad. El máximo organismo investigador del país abrió un caso penal por posible negligencia de los encargados de la planta.
LOS DEMÁS PAÍSES SE PREPARAN
SERBIA: Examinan regularmente la calidad de las aguas, aunque la contaminación "no amenaza de momento", dijo el titular de situaciones de crisis del ministerio del Interior.
CROACIA: Está vigilante y se mantiene en contacto permanente con los servicios húngaros, afirmó un comunicado oficial.
RUMANIA: La Administración nacional de aguas realiza análisis cada 3 horas en el río.
UCRANIA: Un grupo de trabajo sigue de cerca la situación pese a que "no existe ninguna amenaza para Ucrania", dada la distancia entre la zona afectada y Ucrania, aseguró un responsable del ministerio de Situaciones de emergencia, Grigori Marchenko.
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