Un nutrido grupo de vecinos del barrio de Villa Urquiza se hizo presente en el recinto deliberativo para plantear sus demandas por la continuidad de los trabajos de entubamiento sobre el arroyo Vicario. Según su perspectiva, “existen más de diez cuadras de las cuales nadie se hace cargo, ni la Municipalidad ni Yacyretá”.
Una de las vecinas, Cristina Cuevas, comentó parte de las peripecias que deben realizar a diario para incluso poder salir de sus casas. “Todo está mucho peor cuando llueve, porque el cauce se desborda por todos lados, vamos a necesitar barcos para salir de nuestros terrenos”, aseveró. “Las obras de los desagües pluviales están mal hechas y se rebosan a cada momento, además están todas las alcantarillas tapadas. Nosotros nos sentimos desprotegidos ante la inacción municipal y provincial, pero bien que cuando se acercan las elecciones los políticos nos buscan para apoyarlos en las urnas”, destacó de su parte el habitante del barrio, Tobías Duarte.
Mientras que el docente universitario Esteban Rolón aseveró que “yo tuve que levantar casi cinco metros el nivel del piso de mi casa, y todavía sigue entrando agua cuando rebosa el arroyo”. Otra de las problemáticas que deben enfrentar los vecinos se centra en la proliferación de alimañas, tales como ratones, víboras, alacranes, además de vectores y mosquitos transmisores de diferentes enfermedades. “Por las inundaciones las aguas socavaron tramos a la avenida Mariano Moreno, cada vez que llueve se pierde casi un metro de esa arteria”, según declaró ante los ediles presentes el vecino Duarte.
“Sabemos que en el tramo del Vicario ubicado entre Uruguay y Rademacher se está trabajando, pero se dejó totalmente olvidado de Rademacher hacia el río, parecería que esa avenida divide a Villa Urquiza en un sector de primera y en uno de segunda, pero nosotros pagamos los impuestos como cualquier otro ciudadano residencial, pero no tenemos los mismos servicios”, agregó. Dijeron que en dos ocasiones debieron sustentar de sus propios bolsillos la concreción de puentes peatonales en la respectiva zona. Para demostrar su situación, los movilizados mostraron imágenes del lugar, lo cual dejó asentado de manera fehaciente el estado de abandono que denuncian.
Sin quórum
A pesar de haber escuchado los lamentos de los vecinos de Villa Urquiza, la sesión ordinaria número 31 no se pudo concretar porque la Renovación decidió no dar quórum, y el edil del PRO, José Almirón fue el único que anticipó su ausencia. El fundamento se centraría en el encarnizado debate sobre el proyecto de presupuesto que envió el Ejecutivo municipal. El edil Hernán Damiani dijo que “en el Plan de Labor presenté un proyecto para analizar esta problemática. No hay quórum desde el oficialismo ni para tratarla”.
Así se repitió un accionar ya conocido en el Concejo, porque su presidente, Felisa Gottschalk, envió al secretario legislativo, Fernando Longo, para que concurra a los despachos de los ediles renovadores para “invitarlos a sesionar”, pero sin éxito. |
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