El río Grande de Arecibo se hizo ayer más grande y se tragó un tramo de varios metros de la carretera 656 en el sector Carreras II, del barrio Bajadero, lo que dejó incomunicadas por largas horas a unas 180 familias.
Esta escena no fue la única, ya que los deslizamientos de terreno y las inundaciones fueron la orden del día en varias regiones de la Isla como resultado del paso por nuestra zona de una inmensa banda de lluvias ligada a la tormenta tropical Otto.
En este municipio, personal del Departamento de Transportación y Obras Públicas, del municipio y de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead) trabajaban a todo vapor con equipo pesado para remover terreno y dejar restablecido el flujo vehicular por la zona.
“Desde esta mañana trabajamos para relocalizar este pedazo de carretera a unos 150 pies de la orilla del río”, dijo ayer Ángel Pérez, director regional de la Aemead.
Según Pérez, las lluvias que cayeron anteanoche en la zona de Utuado, cerca y sobre el lago Caonillas, discurren hacia ese lago que, al desbordarse, descarga en el lago Dos Bocas y de ahí al río Grande, de Arecibo.
Según el Servicio Nacional de Meteorología, en un período de 24 horas, se registraron en el área de Utuado unas 9.01 pulgadas de lluvia, mientras que en Dos Bocas cayeron 9.75.
Otros números significativos son los de Adjuntas (11.41), Ponce (11.32), Patillas (10.07), y el lago Cerrillos, de Ponce con 8.71 pulgadas de lluvia.
Elmer Román, residente del sector Carreras II, dijo que la situación de susceptibilidad a inundaciones y desprendimientos se le ha notificado por años al alcalde arecibeño, Lemuel Soto, quien, según Román, hasta la tarde de ayer no se había presentado por la zona.
Un amigo de Román, Orlando Carrión, dijo que le han pedido a Soto que les ayude a limpiar un sumidero tapado que tienen en el barrio y que ya ha causado inundaciones, pero sus llamados no han tenido respuesta.
A pesar de que anoche Aemead trabajaba para poder reabrir el tránsito hacia la zona, al cierre de esta edición Pérez se había movido al barrio Don Alonso, sector Casa Planta, en Utuado, donde la carretera 612 tuvo que ser cerrada debido a la crecida del lago Caonillas. Mientras, al otro lado una familia con dos menores se mantenía sin electricidad y sin que hubiese forma de llegar hasta ellos.
ATRAPADOS EN PONCE Y CAYEY
Unas 14 familias también estuvieron incomunicadas en Ponce debido a deslizamientos de terreno.
Una familia tuvo que ser desalojada en la carretera 503, kilómetro 17, del sector las 40, debido a que su residencia sufrió daños.
Igualmente, en Cayey, las fuertes lluvias causaron el colapso de un puente en el barrio Matón Arriba, lo que mantuvo aislados a los habitantes del sector Los Cintrones.
Mientras, el barrio Jájome, principal ruta gastronómica cayeyana estuvo intransitable por horas debido al desbordamiento del río.
Heriberto Saurí, director ejecutivo de Aemead, alertó a la ciudadanía a cooperar y tener precaución, ya que días seguidos de lluvias provocan que el terreno sea susceptible a deslizamientos.
El reportero Pedro Bosque colaboró en esta historia.
Qué esperar del tiempo
Se espera una mejoría gradual en el tiempo a partir de hoy y en el transcurso del fin de semana, dijo el meteorólogo Ernesto Morales, del Servicio Nacional de Meteorología (SNM).
Hoy viernes seguirá lloviendo, aunque un poco menos que ayer. Sin embargo, de aumentar el calor diurno los aguaceros pueden alcanzar la misma intensidad de ayer, afirmó Morales.
El sábado será un día de transición en el que irán disminuyendo los aguaceros sobre Puerto Rico, añadió el meteorólogo.
El domingo habrá una mejoría en el tiempo. Seguirá la lluvia pero con menos intensidad que en los días anteriores, sostuvo Morales.
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