Los 800 habitantes que quedaban en el pueblo húngaro de Kolontar, cercano a la fábrica de bauxita-aluminio que el 4 de octubre causó un catastrófico vertido de barro tóxico, fueron evacuados ayer al constatarse una nueva fisura en el dique, que hace temer una nueva inundación. Por la misma razón, la policía local se prepara para evacuar el vecino poblado de Devecser, de 6500 habitantes.
La nueva fisura hace temer una probable segunda inundación de lodo rojo, que agrave una tragedia ecológica que ya dejó al menos siete muertos y 150 heridos. "Estamos preparados para evitar lo peor y podemos salvar a los habitantes de Devecser, en caso de nuevo vertido", declaró el primer ministro húngaro, Viktor Orban, desde Ajka, hacia donde los habitantes de Kolontar fueron evacuados.
Las autoridades dispusieron 127 vehículos militares y cinco vagones ferroviarios para trasladar a los vecinos de Kolontar. "La evacuación fue necesaria porque una nueva inundación podría vaciar unos 500.000 metros cúbicos más de barro sobre la ciudad", declaró el jefe de los servicios anticatástrofes, Tibor Dobson.
Mientras tanto, el depósito número 10 de la planta de bauxita-aluminio situada en Ajka, a 160 kilómetros al oeste de Budapest, amenazaba con derrumbarse completamente debido a una nueva fisura en su dique.
Represa de emergencia
Para proteger Kolontar, los expertos quieren construir una nueva represa, que será levantada con tierra y piedras, tendrá entre cuatro y cinco metros de altura y 400 metros de largo. Cortará el pueblo en dos, para que, en caso de que se produzca una segunda avalancha de lodo tóxico, no alcance a las casas que quedaron intactas tras el alud del lunes. La construcción de esta represa comenzó ayer y debería estar terminada en 48 horas.
Las muestras de agua obtenidas anteayer en el Danubio revelaron una disminución de la contaminación, con índices de alcalinidad cercanos a lo normal, datos que fueron reconfirmados ayer con nuevos exámenes. Sin embargo, las organización ecologistas Greenpeace y Fondo Mundial para la Protección de la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), descreen de esa información.
El 4 de octubre, una marea de lodo altamente tóxico que se escapó de un depósito agrietado de la fábrica, explotada por el grupo húngaro Mal, se derramó en una superficie de 40 kilómetros cuadrados, destruyendo el ecosistema de los ríos Torna y Marcal, y bajo forma de líquido, llegó a Raab, afluente del Danubio, para después afectar a ese mismo río.
|
|
|