Cuando aún la Argentina y Uruguay intentan domar los ecos de la puja por la pastera UPM (ex Botnia), el Gobierno de José Mujica confirmó que autorizará la instalación de una nueva pastera -de la sueco-finlandesa Stora Enso- en la localidad uruguaya de Punta Pereira (en el departamento de Colonia).
Si bien esta vez no se trata de una planta con impacto en el Río Uruguay, de todas formas la iniciativa debe ser materia de acuerdo con el Gobierno argentino por la potencial afectación que podría generar sobre la también compartida Cuenca del Plata.
A esta postal, que de no respetar los carriles estrictos de la diplomacia podría derivar en un nuevo conflicto bilateral, se sumó en las últimas horas la presión generada por otra confirmación, en este caso desde Corrientes: la del inicio en 60 días de la construcción de una polémica represa que podría alterar los parámetros del río Uruguay.
Por de pronto, el pasado viernes el canciller uruguayo, Luis Almagro, anticipó que el país oriental autorizará a la empresa sueco-finlandesa a construir una planta de procesamiento de pasta de celulosa, que se convertirá en una de las más grandes del mundo.
Viaje
La aseveración se dio en el marco del viaje del funcionario de Mujica a Helsinki, oportunidad en la cual mantuvo un encuentro con su par finlandés, Alexander Stubb, y con directivos de Stora Enso y UPM-Kymmene.
«Hemos implementado medidas de supervisión amplias tras disputas anteriores relativas a las plantas de celulosa», enfatizó Almagro, dados los tensos antecedentes en materia de conflictos bilaterales y las denuncias de supuesta contaminación contra la planta que la compañía posee actualmente en Bahía (Brasil).
Rechazo
Más allá de que no impacta de manera directa sobre el río Uruguay, asambleístas de Gualeguaychú consultados por este diario cuestionaron la iniciativa y recordaron que se reunieron varias veces con ambientalistas de localidades uruguayas que se oponen a esa pastera para consensuar una lucha regional.
Mientras tanto, avanza el acuerdo ambiental sellado entre la Argentina y Uruguay. La semana pasada ingresó por primera vez a la planta de UPM, en Fray Bentos, el flamante comité científico encargado del monitoreo, mientras que mañana los científicos argentinos serán recibidos por el canciller Héctor Timerman.
En paralelo, el presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, Cristian Setter, anunció ayer que el proyecto Ayuí -que apunta a construir una represa de 8 mil hectáreas en la provincia- comenzará a ejecutarse en los próximos 60 días, mientras se espera que la Corte Suprema falle sobre la demanda que planteó el Gobierno nacional para frenar las obras.
La entidad arrocera apoya el proyecto encabezado por el vicepresidente del Grupo Clarín, José Aranda, y el magnate George Soros, en medio de duros cuestionamientos de asociaciones ambientalistas que esperan el fallo del máximo tribunal por las denuncias de supuesta contaminación ambiental y de una potencial violación del Tratado Internacional del Río Uruguay.
«Estamos con todos los pasos legales cumplidos y terminando la licitación de obras; esperamos que en 60 días esté todo concluido para poder dar arranque a la represa», dijo Setter.
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