El primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció el arresto del director general de la empresa de aluminio MAL y la intervención de la compañía, responsable del desastre ambiental que afronta el país con una inundación de vertidos tóxicos. Además rescatistas indicaron que las victimas fatales son ocho.
El jefe de gobierno ratificó ante el parlamento que el vertido tóxico fue provocado por conductas negligentes por las cuales deben responder los "propietarios millonarios" de la empresa, sin posibilidad de atribución a una catástrofe natural.
El gobierno presentó una ley para crear el cargo de comisario especial para catástrofes, con mandato para gestionar por un período la empresa de aluminio.
Orban sostuvo que las tareas del futuro comisario serán gestionar las indemnizaciones a los damnificados, reabrir lo antes posible la producción de la empresa, evitar la pérdida de puestos laborales e impedir nuevas situaciones de vertido tóxico.
El primer ministro dijo que las indemnizaciones deberán ser abonadas por los propietarios de la empresa y consideró posible una renacionalización de la compañía.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, se reunirá hoy en Hungría con Orban, con quien analizará la situación provocada por el vertido tóxico de la empresa de aluminio MAL.
Por otro lado, los muertos por el vertido tóxico en el oeste de Hungría aumentó a ocho, después de que los equipos de rescate encontraran el cuerpo de la última persona desaparecida.
El cuerpo de la octava víctima mortal fue hallado en el lodo entre las localidades de Devecser y Kolontar.
La rotura de una balsa de acumulación de residuos tóxicos de una fábrica de aluminio hace una semana provocó, además, alrededor de 150 heridos y cientos de evacuados, mientras que el área contaminada por los metales pesados es de unos 40 kilómetros cuadrados.
Las autoridades están inmersas en un trabajo contrarreloj para terminar un dique de contención ante el previsible derrumbe del muro norte de la balsa siniestrada.
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