La cuadrilla de Energía San Juan venía trabajando a toda máquina, porque la consigna era aprovechar la jornada de feriado lo más posible para avanzar con el reemplazo del tendido de cables de media tensión que venían realizando en calle Mendoza, en pleno centro sanjuanino. Pero al cavar para hacer la zanja que atravesaría Laprida, se encontraron con una sorpresa: un caño de cemento a poca profundidad, que se suponía estaba en desuso, perdía agua en forma continua. Aunque no era mucha la cantidad de agua, la pérdida les impedía continuar con la realización del pasante y tuvieron que llamar a OSSE para que reparara el caño.
"Es un antiguo desagüe pluvial, de mucho tiempo atrás, que suponíamos en desuso -comentó el titular de Planificación Urbana de la Municipalidad de la Capital, Juan Terranova-, pero indudablemente no lo está, porque como se ve, tiene agua que probablemente provenga de desagües domiciliarios. Se ha destapado la boca de inspección y lo próximo es abrir en otro punto, luego drenar el agua y finalmente, sellar el caño, compactar y cerrar la abertura, para que la calle quede habilitada nuevamente en su totalidad".
Terranova no descartó que en otras zonas de la ciudad pueda haber otras cañerías antiguas de la alcantarilla en idéntica situación, es decir, conteniendo agua de desagüe cuando se supone que deberían estar en desuso. "Esta vez lo detectamos porque la obra de Energía San Juan puso en evidencia lo que pasaba. Lamentablemente no siempre es así y uno se entera de la existencia de filtraciones importantes cuando, por ejemplo, se hunde la calle", dijo el funcionario municipal.
Desde Energía San Juan, Eduardo Balmaceda, gerente de Ingeniería y Operaciones, explicó que "la obra que se estaba realizando corresponde al reemplazo de cables de distribución de media tensión que datan de unos 50 años atrás. Nosotros vamos a seguir avanzando, mientras se drena el agua que cayó en la zanja".
Durante todo el día feriado, los autos y colectivos que circulaban por calle Mendoza hacia el Sur, tenían que hacerlo a muy baja velocidad, por el estrecho pasaje que dejaba la abertura hecha justo en la intersección con Laprida. Mientras aceleraban los trabajos, los encargados de la obra esperaban poder terminar a la brevedad con la reparación del caño.
|
|
|