El gobierno uruguayo no ve con buenos ojos los ejercicios militares de británicos en las Islas Malvinas. Tampoco le parecieron procedentes las declaraciones del ex presidente argentino Néstor Kirchner sobre Botnia. Ayer, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, rechazó públicamente "cualquier tipo de permanencia de carácter militar en las Islas Malvinas", al ser consultado sobre un proyecto de ejercicios militares británicos en la zona. Almagro recordó que la postura contraria de Uruguay a dichas maniobras no es nueva sino que forma parte del "pensamiento" del país desde hace muchos años. Las expresiones del canciller se conocieron pocos días después de que el gobierno negó el ingreso al puerto de Montevideo de un buque de la Armada británica para abastecerse de alimentos y combustible. Luego de tal actitud del gobierno uruguayo, la presidenta argentina Cristina Fernández y altos funcionarios de su administración agradecieron la decisión del Uruguay y la definieron como un "inmenso gesto". En ese marco es que las relaciones diplomáticas entre ambas naciones son definidas como "muy positivas" por parte del gobierno uruguayo. En relación a los dichos del ex presidente Néstor Kirchner, quien reiteró que la lucha de la Asamblea de Gualeguaychú contra la eventual contaminación de Botnia-UPM continúa siendo una "causa nacional", una alta fuente oficial afirmó a LA REPUBLICA: "Es como preguntar qué opinaría el ex mandatario argentino si Uruguay aplicara una política espejo y dijera que Botnia es una causa nacional para el país, cosa que nunca dirá el gobierno uruguayo". "Las expresiones de Kirchner son a título personal y no implican que se deba responder a una posición que apela a lo irreflexivo, cuando un tema se plantea en esos términos se apunta a la división y no a la percepción de integración", indicó la fuente. Respecto a un supuesto informe oficial argentino que asegura que UPM "contamina", el subsecretario del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Jorge Patrone dijo ayer a LA REPUBLICA que no es conveniente que autoridades del gobierno realicen declaraciones sobre ese supuesto estudio para no "embarrar la cancha". De todas maneras opinó que tales informaciones periodísticas "son actos irresponsables, porque se puede decir cualquier cosa sin que nadie se haga cargo de lo que se dijo". "En el Mvotma no tenemos registro de ningún tipo de alteración ambiental por sobre los estándares permitidos, entonces no podemos contestar ese tipo de información porque no tiene solidez ni consistencia", cuestionó el jerarca.
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