Barroso, quien se encuentra en la ciudad de Pécs, dijo tras una reunión con el Primer Ministro de ese país centroeuropeo, que el vertido de un millón de metros cúbicos de barro procedente de una fábrica de aluminio, fue “una grave catástrofe medioambiental”.
"Reconocemos el trabajo rápido de las autoridades húngaras", aseguró el presidente de la Comisión Europea después de entrevistarse con Orbán, informó la agencia de noticias MTI.
El pasado 4 de octubre, el derrumbe del dique de contención provocó la catástrofe, con un saldo de 8 personas muertas y otras 150 heridas, y obligó al desplazamiento de los habitantes del pueblo de Kolontár.
Las previsiones de las autoridades indican que habrá un segundo derrame este fin de semana, pero calculan que será de menor intensidad por el menor volumen de barro que queda en las instalaciones.
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