El gobierno provincial comenzará a construir en 2011 la primera etapa del Aliviador III, una obra destinada a elevar los niveles de protección de las áreas urbanas cercanas al arroyo Ludueña, a través de un canal interceptor que derivará parte de los caudales de ese curso de agua hacia el río Paraná antes de su ingreso a los entubamientos. Esta iniciativa demandará un presupuesto cercano a los 60 millones de pesos. A la vez, pondrá en marcha la elaboración del proyecto correspondiente a la segunda etapa del trabajo -que representa una inversión 300 millones pesos-, a partir del cual emprenderá la búsqueda del financiamiento necesario.
El anuncio se realizó en el marco de la presentación de las obras ejecutadas y en ejecución en la cuenca del Ludueña, que tuvo lugar ayer en la vecinal de Empalme Graneros. El acto estuvo presidido por el gobernador Hermes Binner y el intendente Miguel Lifschitz. También estuvieron presentes los ministros de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti; y de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio; el secretario de Aguas, Hugo Orsolini; y el presidente de la Asociación Vecinal de la zona, Osvaldo Ortolani. El senador provincial Juan Carlos Zabalza recibió un reconocimiento especial por parte de los vecinos por su compromiso con la problemática.
En su discurso, el gobernador puso de relieve el espíritu solidario de los vecinos del barrio Empalme Graneros al señalar que "siempre han generado ideas de superación que hacen avanzar los proyectos y sus propias luchas". Siempre en referencia a las acciones impulsadas desde las organizaciones barriales para prevenir las inundaciones, Binner subrayó que "son un ejemplo en la ciudad y en el país por seguir bregando y defendiendo aquello en lo que creen".
"No puede venir mañana un gobierno que desoiga a los vecinos de Empalme Graneros -continuó Binner-; ese gobierno tendrá que escucharlos porque son un ejemplo de persistencia y perseverancia. Esto es lo que hace grande al barrio."
En tanto, con relación al proyecto del Aliviador III, el ministro Ciancio manifestó que se trata de "una obra fundamental que se suma a las realizadas en la cuenca para mitigar el riesgo hídrico de este arroyo, que tantos inconvenientes causó en Rosario y en otras localidades". Asimismo, reafirmó "el compromiso de esta gestión para reacondicionar toda la cuenca".
Una puerta abierta a la especulación
La agrupación Giros expresó ayer sus reparos frente a las consecuencias de las obras en el arroyo Ludueña. "El gobernador Hermes Binner anunció la realización de obras que desde los territorios venimos exigiendo desde hace años. Se concretará un aliviador para el Ludueña y se anunció la decisión de trabajar en el desvío directo del canal Ibarlucea al Río Paraná. Dicha obra no sólo terminará con las inundaciones en Nuevo Alberdi y Empalme Graneros, también agudizará la disputa por la periferia, los desalojos y la apropiación privada de las plusvalías públicas".
"La relación entre obra pública, negocios privados y desalojos y privatización creciente de la tierra es directa -plantea la ONG-. La plusvalía urbana que el Estado genera haciendo que determinadas tierras dejen de ser inundables es apropiada por los monopolios. El 9 por ciento de la ciudad se encuentra en manos de un monopolio".
Para Giros, "hoy la situación se agrava con la buena noticia de las obras anunciadas, que duplican las tierras disponibles para urbanizar y el 90 por ciento se encuentra en manos del monopolio". La ONG se pregunta entonces "¿Qué va a hacer el estado municipal con ello? ¿Va a continuar con su política cómplice de 'dejar hacer, dejar pasar', permitiendo no sólo el aumento de los desalojos silenciosos de las familias que históricamente habitaron (y sufrieron) el lugar, sino también el triunfo de la especulación y la continua privatización?". |
|
|