La draga que en estos días está realizando trabajos en la zona de Diamante se trasladará hasta el puerto local para realizar trabajos en una de la tomas de agua más vieja que tiene la ciudad y así efectuar una tarea de dragado.
Los últimos trabajos se efectuaron en 2008 y sin bien hasta ahora la situación no es complicada, puede serlo con el pasar del tiempo.
“Por la dinámica que tiene el río con el correr del tiempo se produce un embancamiento cerca de la estructura y por eso hay que dragar. El trabajo será un beneficio para toda la población porque las bombas funcionarán mucho mejor”, dijo Juan José Moreno, director de Obras Sanitarias de la Municipalidad. En la Toma Nueva están las bombas de captación de agua cruda, desde donde parte el recurso para ser potabilizado.
Respecto de la situación en la que se encuentran, Moreno contó que tanto la arena como el barro que existen en esa zona curva se depositan sobre la misma costa y eso impide mayor profundidad para captar el agua. “Las bombas quedan literalmente enterradas y les es más costoso chupar agua”.
De todos modos el funcionario recordó que la ciudad tiene dos bombas. La vieja, sobre la que irán a trabajar, y la nueva, que se montó de otra forma. Se hizo sobre un muelle y a mayor profundidad. De allí que no tenga los problemas con los sedimentos del río, como sí los posee la vieja, que fue construida hace más de 70 años.
“Esa bomba hoy está enterrada en el barro por la pronunciada bajante. No se ocupa habitualmente, sólo en situaciones límite de pico de demanda. De allí que preferimos que esté funcionando para evitar inconvenientes en verano”, dijo Moreno.
La ciudad se abastece con unos 6.000 metros cúbicos por hora. Pero en febrero, donde se producen los picos de demanda, se necesita poner en funcionamiento las bombas de extracción más viejas (que hoy están enterradas en el barro). Estas posibilitan otros 1.500 metros cúbicos de agua por hora y con ese caudal no hay problemas en verano.
Alto costo
El funcionario destacó que se aprovechó el trabajo que está haciendo la draga en Diamante y se solicitó la máquina para Paraná. “No podríamos de lo contrario mover una estructura semejante para un trabajo menor”, reiteró.
Respecto de los costos, el funcionario dijo que se tiene que abonar el combustible. “No es barato. Estimamos que costará unos 100.000 pesos”, indicó. En este sentido explicó que la draga gasta 6.000 litros de gasoil si trabaja las 24 horas. Es decir un significativo costo.
Al hablar de fechas el funcionario anunció que los trabajos comenzarían en las primeras semanas de noviembre. Ahora la draga está finalizando los trabajos en Diamante y luego se trasladaría a Paraná. El trabajo se hará en la zona de La Toma, donde están las bombas extractoras de agua. Moreno dijo que el sector que será dragado comprende un tramo de 100 por 30 metros aproximadamente.
Cabe recordar que el trabajo de dragado en el Puerto Diamante se retomó los primeros días de octubre tras haberse reparado y alistado la maquinaria de la Dirección de Vías Navegables de la Nación. Los trabajos comenzaron en el acceso, que será llevado a una profundidad de entre 5,50 y 5,90 metros al cero. “Esta tarea hará que el puerto de Diamante sea competitivo y posibilite acrecentar aún más la salida de cereales a las terminales del mundo”, señaló el titular del Ente Autárquico portuario, Juan Carlos Favotti.
El funcionario explicó que la tarea se reinició con el aporte dispuesto por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, tras la reparación de la maquinaria para hacer los trabajos, que se hizo en el marco del convenio de cooperación suscripto en su momento por ese organismo con la Secretaría de Transporte, Puertos, Vías Navegables y Ferroviarias de la Provincia.
El río Paraná está en 2,20 metros y seguirá bajando
El prefecto principal Gustavo Cabrera, a cargo de la Prefectura Naval de Paraná, se refirió a la situación actual del río Paraná y las previsiones sobre su evolución con miras a los próximos meses.
Al respecto el funcionario consideró: “Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional del Agua (INA) el nivel del río Paraná sobre el puerto local mantendría una tendencia bajante hasta diciembre. Hoy el Paraná tiene una altura de 2,20 metros, cuando en realidad la marca tendría que estar un metro más arriba.
El prefecto dijo que en Paraná, a diferencia de otras ciudades del país, el río no afecta la navegabilidad de las embarcaciones.
Respecto de la conducta de los bañistas comentó que las boyas estarán próximas a la playa seca porque al estar el río bajo la proximidad del canal es aún mayor.
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