La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió hoy un equipo de expertos a Hungría para apoyar al gobierno en la evaluación del impacto del derrame de residuos tóxicos procedentes de una fábrica de aluminio.
Un reporte difundido aquí por el centro de noticias de Naciones Unidas explica que el grupo debe establecer las consecuencias a mediano y largo plazos que el vertimiento tendrá sobre la salud de los habitantes de las regiones afectadas por el desastre.
La catástrofe ocurrió el pasado día 4 cuando se fracturó un embalse cargado de sustancias saturadas de metales pesados.
El accidente provocó un saldo inicial de siete muertos, un desaparecido, 123 heridos y la contaminación de ríos y extensas áreas agrícolas por un millón de metros cúbicos de lodo rojo.
Los expertos de la OMS prestarán atención especial a los efectos de la exposición de las personas al polvo, el agua y los alimentos producidos en las áreas afectadas.
También analizarán posibles daños en otros países vecinos bañados por el río Danubio, a cuyo caudal llegó el lodo rojo cargado de metales pesados. La misión de la OMS está integrada por especialistas en la evaluación y manejo de riesgos para la salud provenientes del medio ambiente, en particular de aguas contaminadas y sustancias químicas.
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