El trabajo, que será publicado de forma íntegra a fines de este año, alerta sobre las diferentes causas que provocarán este fenómeno de escasez, como el crecimiento de la población mundial, el incremento en el nivel de vida, el deterioro de la calidad del agua, y el cambio climático, entre otros.
Bajo el título, Informe Economía Verde, el PNUMA advirtió asimismo que “en zonas de riego, el precio del carbono probablemente aceleraría la adopción de sistemas de programación de riesgo y el desarrollo del comercio del agua. En tanto que en zonas urbanas, fomentaría la inversión en la reducción de fugas y la compra de dispositivos más eficientes para la gestión del agua".
Entre las alternativas que deberán optar los gobiernos para alcanzar una gestión más adecuada del recurso, se propone eliminar los subsidios que fomentan su consumo, con el objetivo de reducir la presión sobre los recursos hídricos.
Para los especialistas del PNUMA, la resolución de los problemas globales del suministro depende "fuertemente" del grado en que se pueda mejorar el uso agrícola del agua; los regadíos que producen el 40 por ciento de los alimentos del mundo, y el incremento de la agricultura de regadía.
En la actualidad, casi 900 millones de personas no tienen acceso al agua potable y carecen de la infraestructura necesaria para el saneamiento.