Un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajó a Hungría hoy para asistir al gobierno de ese país en la evaluación del impacto potencial a corto y largo plazos del derrame industrial que afecta al oeste de su territorio desde el 4 de octubre pasado.
Hasta el momento, el efecto del siniestro ha sido grave pero localizado y ha provocado la muerte de ocho personas, además de lesionar a 120.
Las consecuencias de salud inmediatas incluyeron ahogamientos y quemaduras químicas debidas al elevado grado de acidez del lodo industrial.
Los expertos participarán en la evaluación de los aspectos aún pendientes de estudio como el impacto de la exposición al polvo, al agua y a los alimentos producidos en la zona contaminada, que podrían contener cantidades significativas de metales pesados.
Las autoridades húngaras monitorean continuamente la situación y han tomado las medidas de salud públicas necesarias en esta etapa del desastre.
El derrame llegó al Danubio el fin de semana pasado y podría diseminarse de manera atenuada a los países que se encuentran río abajo, una posibilidad cuyo impacto en la salud aún está por determinarse, señaló la OMS.
La misión del organismo de la ONU está integrada por expertos internacionales en evaluación y gestión de riesgos de salud por aguas contaminadas y sustancias químicas. |
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