Suena hasta risueño pensar que en el apenas comenzado siglo XXI de las supertecnologías haya que volver a hacer campaña para que no sólo los niños, sino también los adolescentes y los adultos, nos lavemos las manos frecuentemente y como corresponde.
Pero como el mundo se ha vuelto un lugar muy paradójico y como parece que todos nos lavamos poco y mal las manos, se ha hecho necesario recordarlo con un día en particular. Efectivamente, hoy se celebra por tercer año consecutivo, y por recomendación de Unicef, el Día Mundial del Lavado de Manos.
El lema es "Lavarse las manos salva vidas", y los países que han padecido la gripe A saben muy bien que la primera recomendación de los médicos, aun antes que acudir al alcohol y a los geles con alcohol, era simplemente lavarse las manos una y otra vez: una medida barata y al alcance de casi todos.
Pero este acto tan sencillo, este buen hábito de limpieza, que los niños pequeños aprenden en el jardín de infantes, parece haberse perdido en las sociedades actuales, confiadas en la infalibilidad de medicamentos como los antibióticos, por ejemplo, que ha demostrado ya no ser tanta, desde el momento en que las bacterias se vuelven cada día más resistentes a su efecto.
Por supuesto, lavarse las manos depende de cada uno, pero su efecto, he ahí lo importante, va más allá de quién lo hace, porque beneficia a la familia, al núcleo laboral y de amigos y, por fin y por extensión, a toda la comunidad. De manera que hay que repetir, por las dudas, cada circunstancia en que debemos efectuarlo: antes y después de sentarse a la mesa a comer; después de estornudar, toser o sonarse la nariz; después de ir al baño o cuando las manos estén visiblemente sucias, o para enseñarles a los hijos pequeños cómo hacerlo, siempre con agua y jabón.
Lavarse las manos no sólo ha demostrado su efectividad para disminuir el riesgo de infectarse con el virus de la gripe A u otros virus de la gripe, sino también para evitar otras enfermedades tan peligrosas como las diarreicas y las infecciones respiratorias agudas o del aparato digestivo, que pueden llegar también a ocasionar la muerte.
El Día Mundial del Lavado de Manos es una iniciativa de la que participan por igual el sector público y privado, y recibe el apoyo de gobiernos, instituciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil, empresas y ciudadanos del mundo entero. Puede obtenerse mayor información sobre el tema en el sitio www.lavadodemanos.org .
Un gesto tan simple como eficaz puede salvar a mucha gente; en primer lugar, a nosotros mismos. Es hora, pues, de que todos lo pongamos en práctica, hoy y todos los días de ahora en adelante.
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