La ingeniera química que actuó como perito judicial en la causa promovida por la Federación de Organizaciones Ambientalistas No Gubernamentales insistió en que las muestras recogidas en el freatímetro 12, ubicado al lado de la celda que se incendió el mismo día de la inspección, fue arbitrariamente anulada por el Siprosa.
Incluso, María Luisa Genta cuestionó que la perito de parte (Silvia Sosa) haya estado en la sede de la Dirección de Salud Ambiental del Siprosa cuando, presuntamente, se tomó esa decisión. "La ingeniera Sosa aduce que la presencia de coliformes totales y fecales se debe a poblaciones aledañas que no cuentan con redes cloacales y otras razones, sin dar datos concretos. Es una explicación totalmente arbitraria", respondió.
Luego, se refirió a la polémica por la muestra anulada. "Fueron tomadas con total responsabilidad y debidamente etiquetadas por esta perito. A la Cámara (en lo Civil y Comercial Común) expreso que la ingeniera Sosa no debió haberse encontrado en el local de calle Balcarce 481 donde, al parecer, se ordenó la eliminación de la muestra del freatímetro 12; esto por carecer de derecho legal por investir la categoría de perito de parte en el proceso judicial en el que nos encontramos inmersos. Peor aún es la actitud de la autoridad provincial de haber permitido la presencia de un perito de parte, después de haberse entregado las muestras a ese organismo", denunció la perito judicial.
Finalmente, Genta fue clara al afirmar que la planta vuelca efluentes que llegan al curso del río Salí. "Esta no debe producir ningún tipo de efluente que salga de los límites del predio de la empresa, salvo que presente valores admitidos por las leyes en vigencia", señaló. |
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