El paisaje del embalse El Jumeal es desolador, la sequía de este año provocó, hace dos semanas a tras, la muerte masiva de centenares de carpas que por la falta de oxígeno en el agua murieron. Estudios realizados en el Instituto Nacional del Agua, en Córdoba, determinaron que esos peces eran tóxicos, por lo que se prohibió su consumo y se declaró la veda en el dique.
Actualmente, la poca vida que queda en El Jumeal también se está extinguiendo, así lo confirmó en declaraciones a Radio Ancasti Julio Ocampo, director de Fiscalización de la Secretaría de Agua y el Ambiente. El funcionario dijo que “el dique sigue con la mortandad de peces aunque ya quedan pocos, ahora se mueren las mojarras y palometas, ya es generalizado todo”. En cuanto a la posibilidad de modificar la suerte de la fauna del lugar el funcionario señaló que “no hay ningún tipo de posibilidades, a menos que haya algún milagro como la lluvia, pero creo que es imposible revertir la situación”. Debido a la sequía que atraviesa el Valle Central el embalse se vio particularmente perjudicado, en ese sentido Ocampo explicó que “todavía perdemos de 10 a 15 centímetros de insumos propios debido a que no ingresa agua y es el insumo que tiene todo estanque, porque ya es un estanque lo que tenemos, no llega a ser un dique por la profundidad que tiene, en partes más profundas hay 2,10, 2,30 metros, cuando en principio teníamos casi 3 metros”.
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